martes, 29 de septiembre de 2009

sopa de fideos chinos, brecol salteado con salsa de soja y revuelto de pimiento rojo con huevo, pan, vino y postre

Hoy casi no me acuerdo de actualizar. Hoy me ha dicho una amiga que con tanto actualizar no le da tiempo a seguirme, a leer, bueno, eso es una excusa, claro, pero es verdad que últimamente actualizo mucho, casi a diario, este ojo, porque lo que es el otro… y qué poco me importa. Hoy he experimentado la tentación, como otras veces, pero hoy no quería sentirla, otras veces sí. Cómo somos, cómo es el cuerpo. Olemos, abrazamos, decimos, qué bien te queda el pelo así, o qué ropa más fea, cuando lo que realmente estamos diciendo es, ven aquí que quiero follarte joder, quiero follarte, besarte, arrancarte la camiseta como otras veces y meternos en un servicio público, por ejemplo. Recordar un olor, una forma de decir chorradas, era algo que no te apetecía mucho, porque en realidad te gusta, o te gustaba, ese olor, esa forma de decir chorradas, ese decirte que no tienes pasiones ni inquietudes. Pero bueno, ocurre y listo, y sí, lo mantengo, volvería a follarme a mi exparejaamigaloquesea. Querida, si lees esto, ten en cuenta que es literatura, bueno, no es literatura, pero es que tengo que echar carnaza a los lectores, y que en realidad, cuando te vea, otra vez, tal vez cuando vaya a Madrid y te llame, como bien insistes en que lo haga, no voy a volverme loco ni a querer penetrarte, pero lo digo aquí, lo escribo aquí, hoy te habría penetrado. Qué guarro está quedando, joder, y acabo de acordarme que esto lo lee mi madre, en fin, mamá, como siempre, pido disculpas, ya sabes que yo hablo mucho y luego nada, que sí, que el jueves tarde o el viernes de mañana iré a Madrid, el viernes tenemos cena los antiguos compañeros del trabajo, M, A, Jqi, J M, Pqtito Prz, T, P, D, T, J, V, I… y creo que ya, hay gente que no queremos que venga, como… indeseable nº1, que me dijo a la cara (olé sus huevos, claro) cuando me ascendieron, no sé si por primera o segunda vez, directamente, que no me lo merecía, pues jódete, aquí estoy, y no sólo lo merezco, sino que lo valgo y me dejo el culo en mi trabajo, lo que pasa es que a lo mejor no se me nota el esfuerzo como a otros o a otras, que no hacen una mierda y andan todo el día agobiadísimos, porque yo soy una puta máquina y tengo cuerda para esto, para dirigir, para publicar libros, para estudiar una carrera, para salir de farra, dar charlas, recitales, cursos y lo que me ponga la vida por delante y todo a la vez. No sé si será mucho o poco o nada, pero siento que estoy haciendo lo correcto con mi vida, que estoy desbrozando el camino y viviendo y cuando mire atrás me sentiré orgulloso, si el hígado o los riñones me lo permiten, cabrones, estoy bebiendo 3 litros diarios de agua para prevenir. Bueno, mamá, espero que ya se te haya olvidado lo de las guarrerías de antes, es que me ha dado un flus. Acaba de llegar Mili del trabajo, entre unas cosas y otras me ha preguntado, como quien no quiere la cosa, que si he cenado, me lo he tomado como un: voy a hacer la cena, quieres que haga para dos? Pero me da cosa contestar directamente que sí, y contesto que he comido unas ciruelas, pero que soy un chico fácil. A ver qué pasa. Mili viene hoy como torcida, en el curro también estaba torcidita, pobre, y yo venga a repartir cera. Ahora la oigo silbar, lo mismo está más recta de lo que yo la veo. Es que a las mujeres no hay quien las entienda, y no es un tópico, es verdad, verdad verdadera, si alguna mujer me lee además de mi madre y de Mili, os digo que en verdad sois todo un enigma para mí, pero hijas de puta, cómo me gustáis. Bueno, mamá, que te veo el jueves o el viernes o el sábado en Madrid, ¿no? Y que no me importa que metas a tu amigas en mi casa, porque básicamente, no es mi casa, así que, cada uno en su casa y Dios en la de todos. Por desgracia, en la cena-fiesta del 9, no beberé alcohol, y mira que me jode, porque las cenas en las que nos reuníamos eran épicas, eran… tórridas, recuerdo una en la que unos cuantos acabamos en bolas en el parque del Retiro bañándonos en una fuente, la idea era meternos en el lago, pero estaba verde y había como burbujitas, Maxi ya se había desnudado (tan formal que parece, profesor de secundaria y todo) y se iba a tirar pero le paré, Maxi, joder, que ahí dentro pillamos la triquinosis, así que oteamos el horizonte y no muy lejos vimos una fuente con una estatua ecuestre, recuerdo, de lo poco que recuerdo, haberme subido a la estatua y gritar vete tú a saber qué cosas. En fin, eran otros tiempos, yo era joven e inconsciente. Ahora uno ya no es joven, inconsciente según para qué cosas. Lo que está claro, es que ahora voy a cenar. Sí, Mili, finalmente, ha hecho cena para dos. Qué tía!!!

lunes, 28 de septiembre de 2009

Krönungsmesse

Hay que arreglarse hasta para estar en casa, ponerse una camisa y un jersey de pico, mirarse al espejo y decir parezco alguien, estoy preparado para encender la luz, abrir los ojos, preparar el café de cada día, escuchar música. Ya es una rutina. Lo he escrito tantas veces que deberíais saberlo de memoria. Hoy Great Mass in C minor K427, de Mozart. Mozart está a punto de salir de nuestro sistema solar en la Voyager 2. Lo he visto esta mañana en el canal 24 horas. Mozart. Un genio que muere como un miserable, en su época fue grande y fue pequeño, admirado e incomprendido, la palmó con 35 años, es decir, según mi edad, en tres años se acabó todo, y me pregunto ¿de qué he sido yo capaz? De escribir un par de libros que casi nadie leerá aunque me ahorcara ahora mismo? Mantener más o menos en activo dos blogs que no van a ningún sitio? Haber dirigido o gestionado dos librerías? tres dentro de unos meses? Claro que estamos hablando de uno de los más grandes músicos de todos los tiempos, si no del más grande, con permiso de J.S. Bach. Evidentemente yo no soy un escritor grande, ni siquiera mediano, soy uno más, una publicación entre otras miles que van a las estanterías cada año, o a la basura, pero eso no importa. Mozart, hombre delgado, tirando a bajito, con la cara marcada por la viruela, una gran melena de pelo rubio y ojos profundos y brillantes. Era un pijo, le gustaba vestir bien, presumir, le gustaban las mesas de billar, las sirvientas, las mujeres con lunares, también le gustaba tocarse el rabo en la bañera. El genio. Todo genio está condenado a la muerte atroz o a la locura. La muerte rápida, la autodestrucción, los paseos alrededor de una residencia con gente en camisón. No sé qué me gusta más de Mozart, si su Réquiem o su Misa de la Coronación. Todos hemos visto Amadeus. La Voyager 2 lleva en su interior varios mensajes destinados a alguna inteligencia extraterrestre, la música de Mozart es uno de ellos. Queremos decirle al universo que nosotros hacemos esto, Mozart, nosotros somos Mozart, somos Haydn, nosotros somos Pau Gasol. Si un extraterrestre escucha ese disco que lleva la Voyager 2 ¿llegará a entenderlo? ¿a apreciarlo? Y si nosotros de pronto escucháramos la música de una civilización perdida en el universo, con estructura tal vez basada en el silicio en lugar de carbono, ¿nos gustaría? ¿sabríamos qué cojones estamos escuchando? Si ya de por sí, nosotros, somos capaces de crear música insoportable, estridente, puro ruido a golpe de martillo que espantaría a medio mundo, ¿cómo les sonará Mozart a unos bichos verdes de ojos como pelotas de tenis? A lo mejor ellos ya conocen a Mozart, tal vez Mozart no fuera de este mundo, ni Rimbaud, ni Miguel Ángel, ni Alejandro Magno, ni Michael Jackson. Tal vez algún bichito de esos copula en una nave espacial con señoras hipnotizadas o directamente les induce un embarazo por medios ininteligibles, en plan Ángel de la Anunciación, Dios te preña, alabado sea el Señor, tenemos 11 lunas, 2 soles, y estamos a 456 años luz, aquí al ladito, vamos.

domingo, 27 de septiembre de 2009

en directo

anoche colgamos el primero de los 12 carteles que van a lucir nuestros balcones, la frase en sí es un poco ñoña, pero anoche estábamos ñoños, surgió de pronto y la pusimos. Se lee bien desde la calle. ayer me quedé dormidito en el sofá, me desperté a las 4:30 y me fui a la cama. estas cosas que me pasan sé que son muy raras, aventuras nunca vividas por nadie, lo que aquí cuento puede sonar a chino, pero mi vida está llena de emociones. esta mañana he preparado café con leche sin lactosa y le he echado 3 pastillitas de aspartamo (edulcorante recomendado por Montignac), ahora me estoy tomando ese café en una taza de porcelana verde pistacho, sentado en el sofá, tapadito con una manta marrón. el sofá es de color azul, los cojines verdes, la música que suena tal vez es de Barber, pero como hay una planta delante del equipo no veo el nº de la pista del cd, así que no lo tengo claro. llevo una camiseta gris de manga corta y calzoncillos azules, azul oscuro. Anoche me lavé la cabeza. el cuero cabelludo me picaba, creo que es el stress, me afecta a la piel, entre otras cosas. soy muy sensible. tal vez todo esto que te cuento, oh lector que adoras la pantalla del portátil o del i-phone o del ordenador de sobremesa, sea raro para ti, experiencias no vividas, lo sé, tan solo espero que mi relato sirva para algo, fíjate bien, sólo hay que proponérselo, la aventura de vivir puede ser un acontecimiento permanente. estoy descalzo, ando por el parquet para ir a la cocina y cuando quiero darme cuenta la planta de mis pies es negra. tengo tres libros pendientes de leer a mi izquierda, en el brazo del sofá, uno es de E.L.DOCTOROW. los otros es evidente cuales son. date cuenta. el cielo es gris, mis ojos quieren que sea gris, es gris y las ramas de los ficus de la plaza de las putas se mueven con el aire. el aire, también es gris. la música que oigo es azul, es blanca, es violeta, a veces es dorada y huele a pan y a flan de huevo. todos duermen en casa. esto es la paz, esto es el estado puro de no hacer nada, de ser uno, de ser esto, de tener los pies sobre la mesa y la manta marrón en las rodillas. sorbo café. tengo que levantarme, ya me lo he bebido todo y quiero más. también debo tomarme la pastilla que inhibe la recaptación de la serotonina. es un viaje alucinante, mis moléculas se alteran, la piel se irrita, le pongo aceite de crisálida para que vuelva a su estado saludable. tampoco pienso mucho en ello. si ahora lloviera el mundo sería redondo y giraría sobre su propio eje alrededor del sol. pero no llueve.

jueves, 24 de septiembre de 2009

me meo

pues eso, ahora vengo (...) ya! joder qué bien me he quedado. Tanto beber agua... en fin. esto lo escribo a tiempo real, como siempre, pero hoy no me salto ni una coma, ni una letra, ni la voz de un transeunte por la calle ni las ganas de mear. me pica la cabeza, justo encima de la oreja de recha, me rasco, sigo rascándome, ya, uf, listo, ahora el brazo derecho, en el triceps, ya. escribo con mi portátil iBook G4, un trasto al que amo con locura. escucho la pasión según san mateo, de bach. no escribo mayúsculas, estoy cansado. quiero decir, escribir, que hoy he empezado a verlo claro. quería escribir, terminar, un poema, lo terminaré, claro, pero ese poema creo, calculo, va a ir evolucionando poco a poco y lo convertiré en novela, texto, cosa. Miguel no deja de dar por culo con que tengo que escribir una novela, y al final me ha convencido. Anoche leía TIEMPOS MUERTOS de ROGER WOLFE (información AQUÍ). Es un buen libro. resulta que en uno de los textos, prosas, escritos, cosas, dice Roger que le encanta ir al PEPE BOTELLA, joder, igual que a mí, no si ya lo digo yo, LO DIGO YO, EL PEPE BOTELLA ES EL CAFÉ GIJÓN DEL SIGLO XXI. Me encanta ir al Pepe Botella. beber gintonics, observar a las camareras. quererlas. Lueogo, esta mañana, en la librería, una novedad salta a mis manos, lo último editado en España de Georges Perec: UN HOMBRE QUE DUERME. para los que no lo conozcan, y para los que sí lo conozcan, para todo el puto planeta, HAY QUE LEER A GEORGES PEREC. su novela LAS COSAS, es la repanocha, su libro cosa objeto ESPECIES DE ESPACIOS, es la releche (abundo en mis sesudos argumentos). pues un hombre que duerme, narra la peripecia de un estudiante que decide no levantarse de la cama el día de sus exámenes de sociología, abandonar sus estudios, romper toda relación con sus amigos y parientes, y recluirse en sí mismo y en su chambre, donde todo es gris. de esto trata el librito, joder, maravilloso. Al leer eso, de pronto, he visto mi novela escrita. Mejoraré a PEREC, yo seré el autor del mejor hombre que duerme. escribiré una novela sobre cómo llegar al conocimiento a través del desconocimiento. o eso, o seguir con las pajillas. ya veremos. Saludos a todas las mujeres que me leen, os amo a todas.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

ultrajodidamente

estoy tan cansado que escribo esto porque no tengo fuerzas ni para tocarme. me tocaría, sí, pero no tengo fuerzas. no tengo fuerzas ni para escribir mayúsculas, ni fuerzas ni jodidas ganas. escribo como quiero que para eso es mi blog y nadie más que yo y los señores de blogger, niños con camisas de cuadros abotonadas hasta la nuez y gafas de metal con los cristales muy muy gordos, y con pecas, y muy bien afeitados, y que huelen a nenuco y jabón de marsella, digo, que nadie más que yo y estos chicos, conocen mis secretos. en fin. ya estoy en la cama, en calzoncillos y con una camiseta. mañana madrugo mucho, viene mi jefe a pasar revista y como soy tan perfeccionista, hay que aparentar. cansado. hoy, al irme a casa a comer, cuando caminaba por maisonnave, frente a los escaparates de el corte inglés, veo a dos niñatos haciendo el cabra, uno de ellos practicaba unos pasos de baile muy molones, modernotes y tal, yo me reía para mis adentros, mamones, decía, qué flipadillos, y justo cuando me estoy cruzando con ellos uno me llama, eh, tú, entonces me fijo en él, miro sus ojos, coño, si te conozco, efectivamente, resulta que a uno de esos criajos lo conocí en el tram, una tarde, y nos pusimos a hablar y señaló el libro que yo estaba leyendo, y era mi libro, que me lo acababan de traer a la librería y lo llevaba en la mano como un subnormal, como un criajo que practica sus pasos de baile en la calle, un flipaillo, se lo enseñé y empezó a leerlo, jo como mola, jaja, decía él, y yo, pues nada, pásate un día por mi curro y te vendo uno. efectivamente, el chaval se pasó, y se lo leyó, y hoy en la calle me ha preguntado que qué tal, que le gustó mucho el libro a él y a su colega, que se partió la polla, y yo, ah sí? te gustaron los poemas? y él, qué poemas? como que qué poemas (yo) pues los del libro, era un libro de poemas, y él, joder sí? bueno, había alguna rimilla por ahí pero no me lo pareció, y yo, ¿cómo? ¿qué rimilla? joder, mira, compi, la poesía no tiene por qué rimar, joder, pero qué soplapolleces os enseñan en el instituto? la poesía puede ser cualquier cosa, puede haber poesía en el acto sencillo y matinal de cagar con la puerta abierta, no es algo que tenga que rimar, no, basta con que huela un poco. Si huele hay poema. ¿entiendes? joder creo que me he perdido, pero me moló mucho tu libro. Pues el 17 de octubre a las 19:30 doy un recital con un colega y además traeremos a un tío para que toque la guitarra eléctrica. El 17... creo que podré ir, bueno ya veremos, sí, venga chaval, me alegra verte, cuídate. y así dejamos la charla, yo me fui a mi casa, a comer una ensalada de atún, él, no sé, seguiría moviendo los pies y levantando los brazos mientras miraba su reflejo en los escaparates de el corte inglés, joder, un crío que piensa que la poesía es algo con rima, que sólo es poesía si tiene rima. Si yo fuera profesor de literatura, a lo mejor no salían sabiendo quién era Quevedo, ni Pérez Galdós, coño, pero iban a saber diferenciar lo que es un poema de lo que es un cagarro en medio de la página. por ejemplo, lector, esto que tienes ante tus ojos, es un cagarro, exactamente como el cagarro que sueltas cada día en tu momento all-bran, la diferencia es que esto no huele y lo tuyo sí. pero tranquilo, tiene que oler, si huele, hay verdad. y donde hay verdad, también puede haber lírica. Y papel del culo, a ser posible.

martes, 22 de septiembre de 2009

RAZA BLANCA MIS COJONES

 Mi amigo Arturo es una perra. Este post lo escribo como respuesta al que ha escrito mi amigo aquí. Qué tiempos señores, qué tiempos. Yo he dado mi vida por el baloncesto, yo tengo los discos intervertebrales de la zona lumbar destrozados porque quería saltar mucho, el salto lo era todo, raza blanca tirador y unos cojones, yo era blanco matador, quería machacarla como me la machacaba en el váter, con rabia, con desesperación, con la entrega de un niño que sólo quiere ser el mejor en lo que hace. Mi padre me enseñó a ganar. Cuando era niño me echaba a la espala una mochila llena de azulejos y rodapiés de mármol y me dedicaba a subir y bajar las cuatro plantas de la casa de mi pueblo. Recuerdo que un buen día, en 4º de EGB me apunté a un equipo, botábamos el balón, dábamos pases, el primer partido de mi vida nunca lo olvidaré, NUNCA. Precisamente fue contra La Paz, el equipo de Arturo, La Paz era los Lakers y nosotros, C.P. JULIÁN BESTEIRO, éramos los Bulls con estrellitas amarillas alrededor del nombre. Cuando vi a un niño rubio en el polideportivo botando el balón por entre sus piernas mientras andaba y con la camiseta de La Paz supe que estábamos perdidos ¡yo no sabía casi ni botar el balón a palo seco! En fin, yo era alero, tenía el pelo que parecía el Dr. J y estaba negro como el cerote. Eso decía mi madre, hijo, lávate el cuello que lo tienes negro como el cerote. Me tiré desde 4º de EGB hasta los 25 años jugando al baloncesto sin parar. Por supuesto, conseguí mi objetivo, que era hacer mates, saltar, elevarme desde el suelo hasta hundir la pelota en un aro a 3,05 metros de altura. Yo machacaba, Arturo, machacaba!!! Cuando tenía 14 años calculé que a los 16 ya llegaría a machacar, pero creo que no fue hasta los 17. Luego a los 18 me jodí el tendón rotuliano de la rodilla izquierda, precisamente por hacerme el chulo haciendo mates. Tardé 2 años en recuperarme, pero ya nada volvió a ser igual, ni siquiera Maxi, que estuvo jugando en el gran equipo LA PATATA CALIENTE pudo, como entrenador mío en el gran ANATOLIA, despertar a la estrella que yo fui. Los mejores momentos de mi vida los he vivido con una pelota bajo el brazo. He jugado en Getafe, en Fuenlabrada, en Asturias, en Parla… y en mi pueblo, coño. No le pisaba, como Arturo, el huerto de las cebollas a mi abuelo, pero mi padre jugaba conmigo, generalmente iba en el equipo contrario (5 contra 5) y me soltaba unas hostias de padre (nunca mejor dicho) y muy señor mío. Baste decir que él fue profesional de balonmano y en la mili le apodaban Sansón. El caso es que a base de hostias aprendí. A veces hasta dejaba de jugar en medio de un partido y me iba a casa con los ojos brillantes de la mala leche que me entraba con las hostias que soltaba mi padre, me las comía todas. Uno de los mejores momentos, tal vez el mejor, fue en el torneo de 3 contra 3 de Fuenlabrada, a mis 17 años. Por ahí tengo alguna foto, llegamos a semifinales, teníamos que ser 4 (jugaban 3 y uno para los cambios) pero nosotros éramos tan chulos que sólo nos apuntamos 3, y de los 3, uno era un paquete, tipo Miguel (jajaja), así que éramos 2 y un paquete. Claro que de los 2, uno era MARCELINO NKO ROKU, un negraco de Guinea Ecuatorial que hacía lo que quería. Dios, hasta el alcalde nos felicitaba por los partidos que hacíamos!! En la semifinal eliminaron por faltas a Marcelino y me quedé yo solo con un paquete contra 3 cabrones hijos de puta, y nos ganaron por los pelos. Todavía me acuerdo de la gente que nos animaba sin conocernos de nada, vamos!! vamos!! y de las chicas, claro, uno quería jugar bien para gustarle a las chicas. Ahora uno sólo quiere escribir bien para gustarle a las chicas. Hay cosas que nunca cambian. El baloncesto era una forma de vivir. En el patio de mi cole, en 8º, perdí el conocimiento jugando al baloncesto, fue por culpa de un encontronazo, un niño me dio un cabezazo sin querer y me desmayé. Me salía sangre de la frente. A la semana ya estaba colgándome de una canasta. También me partí un brazo y jugaba hasta con escayola, tenía el brazo escayolado hasta el hombro, pero como era el izquierdo me apañaba para que Domingo y Pedro no nos ganaran a Juan Manuel y a mí. Ellos eran la pareja de oro del colegio, nosotros la de plata. Cuando jugaba en el SUR VILLAJUVENTUS, nos dimos de hostias contra el CUARTO KILO DE CHOPPED, fue una batalla campal, en ese equipo estaba el hijo del que por entonces era alcalde de Parla. Recibió como recibimos todos. Nuestro equipo era el que mejores jugadores individuales tenía, ellos eran el mejor equipo, ganaron la liga, nosotros quedamos segundos. Creo que nunca he ganado una liga. El baloncesto es vida, el baloncesto ha sido mi juventud. Teniendo examen de matemáticas, examen final, en el instituto, a las 3 de la mañana dejaba de estudiar porque era la final de la NBA, y lo veía hasta las 6, luego a seguir estudiando y al examen. Nunca saqué buenas notas en matemáticas. Tal vez este post no sea muy gracioso, no lo pretendo, el baloncesto es algo muy serio para mí y me jode en mi orgullo no poder jugar tan bien como antes, no llegar a machacar (sólo me agarro al aro, es decir, mariconadas), no clavarla desde la línea de tres, no tener un equipo, en fin, no jugar al baloncesto todas las semanas es algo que me entristece y que hace que mi vida sea un poquito peor. 

coñoya

Joder, empecemos por el principio, joder, ya estoy completamente anulado como persona, mi primer día de trabajo después de dos semanas de vacaciones y vuelvo a sentir que algo o alguien me está abriendo el culito y me está metiendo delicadamente el puño hasta el codo. Hoy me he encontrado a Edurne mientras compraba unas magdalenas, las he comprado para que Mili no me eche en cara que me como las suyas, porque me las como. También me como las galletas de Mirín. Mañana compraré galletas. Edurne estaba comprando alcachofas, para mantener la línea, al menos eso dice ella, yo no soporto las alcachofas, ni la coliflor, ni el güiski si no es irlandés. Dice Edurne que estuvo en Madrid con su amiga Yoli (hola Yoli, lástima estés casada) leyéndome hasta las 2 de la mañana. Que se aburrían mucho, y también dice que los últimos post son muy serios, que me estoy amuermando, que me hago mayor, pero yo le digo que no, lo que ocurre es que la vida te da palos y uno se defiende como puede, las mujeres Edurne, las mujeres, que me tienen frito, salido, encaprichado. Eso sí, ya no como mejillones al lado de ninguna morena, ni maldita la falta que me hace, ahora me los como solito, con pan de molde integral y jamón york y medio vaso de cerveza, me pajeo lo mismo que antes, cuando tenía “pareja”, lo cual no es mucho, ni poco, digamos que es “lo normal” y claro, uno se pregunta ¿cuánto es lo normal? No sé, ¿cuántas veces es considerado “normal” ver la trilogía de El Señor de los Anillos? ¿cuántas patas tiene una silla de tres patas? ¿de qué color es el caballo blanco de Santiago? ¿estudias o trabajas? ¿eres pasivo o activo? ¿te las comes dobladas? En fin, pido perdón por si mi madre está leyendo esto, que seguro que sí, perdona mamá, soy un cerdo, pero todo es culpa de la sociedad. La vida está llena de mujeres y de un espacio inmenso a la izquierda del sofá, de galletas Gullón diet-fibra sin azúcares y cajas de condones sin abrir. Estoy muy cansado para ser gracioso, estoy muy cansado para escribir más, me apetece tumbarme en el sofá (estoy recostado) y escuchar la lluvia. La lluvia suena a lluvia. A lo mejor voy el jueves a jugar al paddel, hay que joderse, yo jugando al paddel, ya sólo me falta ponerme un polo Lacoste e ir a marcarme unos hoyos al club de golf, o sea, sabes. Todo sea por humillar, hundir, machacar, destrozar, acabar con, reírme en la cara de, barrer cual migaja de pan sobre la mesa. Raquel, vas a morir, vas a sufrir, vas a desear no haber cogido una puta raqueta de paddel en tu vida. Jose María Aznar juega al paddel, creo. Esto no tiene nada que ver, pero es todo cuanto sé sobre este deporte, eso, y que estás encerrado entre cuatro paredes de metacrilato o plástico transparente, que hay una red en el centro, en plan mesa de ping pong gigante y que siempre que paso por el “Arena” veo a chicas que están como un queso meándose de risa mientras intentan darle a la pelota. También veo hombres que opositan para bombero o policía local sudando la camiseta por dar tres raquetazos. Dioooooosssss qué ganas tengo de ponerme los pantaloncitos cortos y cortar el aire con mi golpe de derecha, será como una honda vital, un kameameha monstruoso que dejará las cosas en su sitio de una jodida vez. Ale. Me voy a tumbar, coño ya.

lunes, 21 de septiembre de 2009

por encima de los ojos

Llevo todo el día escuchando música, así que ahora he apagado el equipo, basta, quiero que entre el ruido de la calle, se bajan los cierres de los comercios, pasan vehículos a menos de 20 metros, la gente se dice “hasta luego” “oye” “mañana a las seis”. En el salón hay dos luces encendidas. Oigo pasos, bolsas de plástico, un rumor. Llevo más de un mes sin escribir en el ojo izquierdo, lo que es lo mismo que decir que llevo mucho tiempo sin escribir poemas. Y no me pesa. Terminar el segundo libro y recibir respuesta positiva del editor ha sido más que suficiente para llenar todos estos días, además de la mudanza, la gente nueva que entra en mi vida y mi propio ego frente a un espejo de dos metros de ancho. Pero empieza a doler. Tengo un poema en proceso, acerca del desconocimiento, de las cosas nunca vistas, de cómo no saber, no haber visto, puede ser el camino adecuado para alcanzar la iluminación y la metáfora. Conocerlo todo demasiado bien llena tu mente de aristas y superficies demasiado sólidas. Quiero no viajar, no descubrir, no hacer cosas, y escribirlo, y llenarlo todo de experiencias nunca vistas, lo nunca alcanzado es la materia con que se hacen los poemas, la ausencia de luz, los agujeros. Esto, evidentemente, me lo estoy inventando, pero de algo hay que escribir. No obstante creo que es una postura interesante, ya que el misterio está precisamente ahí, en la ligera sospecha, en la incertidumbre. Las cosas demasiado claras, las aguas cristalinas, no fertilizan nada. Hay que echarle mierda al mundo para que diga algo, taparlo con un kilo de estiércol, respirar, tocar el tronco de un plátano de sombra en el campus de la Autónoma de Madrid y pensar que ese mismo tacto de madera en la palma de la mano podría ocurrir en Santo Tomé, en Crevillente, o en alguna plaza de Milán. Cerrar los ojos. Estoy en un piso en Alicante, frente a la plaza de las putas, oigo una fuente, la bocina de una furgoneta, y bien podría estar en un piso de la calle Monteleón, cerca de la plaza 2 de mayo, en Madrid, o por qué no, en algún barrio obrero de Salt Lake City. Lo que sea. Todo es intercambiable, no hay que estar, ni ver, ni saber, sólo hay que escribirlo y recurrir a Google si la duda nos asalta. Tan solo es una opción. Tú haz lo que quieras.

si soy más feliz me desintegro

Dejadme a solas, hoy quiero hablar de mí. Dejadme, que quiero estar conmigo, quiero mirarme, deshacerme, beber algo caliente en una taza. Me quiero a mí. Me amo. Me improviso en el word mientras me adoro y escucho a Brahms. Lo que uno escucha cuando escribe es parte íntima de la propia escritura. Depende del sonido y del ambiente el teclear frases más cortas o el uso de yuxtaposiciones y cosas. Punto y seguido. Dejadme hablar de mí sin decir nada, quiero escribir sin llegar a ningún sitio, contarme sin contar, relatarme los músculos y las articulaciones, el antebrazo, la fibra. Dejadme, por favor, dejadme ser quien soy quien quiera que yo sea. Quiero ser Yo. Dejadme. ¿Cuánto va a durar mi vida? Esto, ahora, aquí, durante, el momento presente, el tiempo que nos queda, la concatenación de pequeños cruces, los saludos, era joven, era un buen tipo, no hacía daño a nadie, qué desgracia, qué desgracia, deja mujer y dos hijos pequeños. Voy a decirlo: soy feliz. Lo repito: SOY FELIZ. Lo he descubierto, la felicidad, la alegría de estar vivo es exactamente esto: YO. Decirlo escribirlo gritarlo asomarlo al balcón repetirlo llamar por teléfono y afirmarlo, que sí, que es cierto, como lo oyes, ¿verdad? parece increíble, como te lo digo. Ser feliz es lo que yo soy, ser yo, ser un señor de ciento noventa centímetros de altura que tiene bajas las plaquetas. Vivo sin mañana, sin ayer, sin hoy siquiera, sólo vivo, el hecho en sí, el señalar cada latido y gritar AHORA!! ESTO!! ESTO!! ESTO!! AQUÍ!! Gritar cada latido y cada inspiración y sístole y mis pies sobre el parquet que está algo sucio. No voy partiéndome de risa por la calle, ni abrazando a todos los desconocidos, tampoco soy especialmente amable ni soporto a todo el mundo, pero no tiene nada que ver, dejadme que lo diga, quiero estar solo, mirarme fijamente, soy YO, y mi YO es todo lo que soy, lo que seré, dientes no completamente blancos, ojos marrones, la percepción creadora. Lo que veo es lo que existe, todo el mundo es para mí. Y lo meriendo. Dejadme una vez más que lo repita, quiero intentarlo, decir que para ser YO y ser feliz, basta con que tres o cuatro cosas vayan bien. No tengas miedo de decirlo. Tal vez mañana no seas tú, corre, date prisa, grítalo ya, no te mueras sin probarlo. Yo no me cambio por nadie. Cruzo los dedos.

domingo, 20 de septiembre de 2009

a present para mí

Que alguien te agasaje con una comida así es un regalo. Ser feliz es tan sencillo como fregar los platos después de comer bien y preparar café en una cafetera azul. Escribir. Leer blogs. Desde donde estoy sentado veo árboles, también veo mis pies descalzos. Se oye un trueno. Quiero que llueva. También se oye un Réquiem, lo tengo puesto en mi equipo de música, qué me pasa, el viernes en la fnac de Madrid compré 4 cds (otro trueno, subo el volumen de la música), 3 réquiems (Verlioz, Brahms, Dvorak) y algo de música electrónica. Ninguno supera los que ya tengo, pero hay que aprender y conocer y tomarse otro café con los pies encima de la mesa. También compré la poesía completa de Peter Handke, VIVIR SIN POESÍA, “con la palabra YO comenzaron las dificultades”. Comienza a notarse una brisa suave, la temperatura ha descendido, dentro de poco saludaremos a la tormenta, hola, brum, zas, prrrrrommm, chapchapchapchapchapchapchap… que llueva que llueva la virgen de la cueva. Anoche salimos hasta más de las 4. Qué rápido pasa el tiempo cuando te ríes. Bebí sidra y ron, lo siento mamá, lo siento hígado, prometo no beber más. Otro trueno. Como escribo esto en tiempo real, ahora llueve, he añadido dos amigos a Facebook (Pau y Radioboy) y he actualizado un pelín mis enlaces a otros blogs. Por ahora paso de escribir más, quiero bichear por la red. coño!!!! este último trueno sí que ha sigo gooooooooordo!!!!  

sábado, 19 de septiembre de 2009

myelectricbook


Escribo en mi super mini nuevo ordenador sony vaio, ultra pequeño y más ligero que el mac book air, el teclado es un pelín pequeño pero me apaño bien, digamos que me lo he comprado como sustituto ideal a la libreta molesquine, no me gusta ir por ahí con libreta y boli, prefiero esto que yo llamo electric book, mi libro eléctrico, algo que puedo llevar en el bolsillo de la cazadora y desenfundar en cualquier momento para crear una obra de arte, tomar notas, conectarme a internet sentado en el váter o de camino al pepe botella. Un escritor, si además es pijo, se merece algo así. Recuerdo que hace años leí que J.J. Millás era un fetichista de los portátiles, que siempre se compraba lo último, porque le encantaba escribir en ellos, trabajar, ser él mismo. Yo me decía qué hijo de puta con suerte, qué cabrón, ya me gustaría a mí ganar la pasta que él gana y poder permitirme esos lujos. Bien, no sé si ganaré la pasta que él ganaba (juro que no) pero los lujos, al menos estos lujos, de vez en cuando me los permito, porque sí, porque la vida es este poquito que tenemos, este espacio entre caracteres, esta vecina del 3º a la que me quiero follar desde que tengo ganas de follar, que vienen siendo los 12 ó 13 años. Escribo pero no tengo ni idea de cuándo podré colgar esto porque llevo toda la mañana, toda la puta mañana, intentando que los de telefónica movistar activen mi tarjeta sim de la promoción de mi sony vaio que me permite navegar gratis con tarifa plana durante tres meses. Llevo, insisto, toda la hija de puta mañana, y nada, esto es la casa que enloquece de las 12 pruebas de asterix, he llamado 7 veces!!!!!! Como dijo Ricardo Darín en El mismo amor la misma lluvia, me cago en la reputísima madre que los reparió. Lo malo, lo peor de este sony vaio que es poco más grande que mi mano (tengo una mano grande, además de bonita) es que viene con windows vista, y yo al windows no lo puedo ni ver, jodidos ventanucos, yo quiero el sistema operativo MACOX, o LINUX en el peor de los casos, los ventanucos que se los meta Bill Gates por su forrado culo. Ya no hay excusa, la libreta moleskine y similares ha muerto, con esto aun me acerco más a dios. Ayer, mientras compraba este capricho, capriche du dieux (o algo así, como el anuncio del queso) conocí a una poeta, nos pusimos a hablar, tenía unos ojos bonitos, y me dio su tarjeta, además de poeta es traductora (traditora) y me dijo que ella era incapaz de escribir poesía con el ordenador, no me lo puedo creer, pues sí, ella con boli y papel, y yo, pero qué hay del elogio a los nuevos soportes de Ángel García Galiano!!?? Lo dije porque él estaba allí, él nos presentó, él me enseño a leer hace 4 años, él fue mi profesor de teoría del lenguaje literario I y II, Ángel García Galiano, en la fnac, mi profe, el que me puso un aprobado raspado y después de quejarme con razón me puso sobresaliente, seguro que se estaba tirando a la mujer poeta, seguro que era o fue su alumna, seguro que después de follar recitan versos de sus respectivos libros, seguro, seguro que sí, que tienen orgasmos en endecasílabo, eyaculaciones yámbicas y trocaicas y siempre se dicen te quiero en estrofas con rima ABBA ABBA CDC DCD. La lírica de la masturbación, la épica del coito, canta oh musa la cólera del pelida, yo soy aquel que ayer no más, y que por mayo era por mayo. Seguro que le puso matrícula de honor. Ya es casi hora de comer, voy a probar, sin esperanza, a ver si de una puta y jodida vez los cabrones de movistar me dan lo que me pertenece.

jueves, 17 de septiembre de 2009

LA ÉPOCA MÁS FELIZ DE TU VIDA 1

Mientras preparaba café he puesto a Julie Delphy pero me he dado cuenta que a estas horas, mientras tomo conciencia de mi cuerpo y de mi situación sobre el planeta, mientras noto como la leche caliente y el café entran en mí, no puedo escuchar otra cosa que no sea música clásica. Se ve que con la costumbre se ha convertido en un ritual. Comenzar el día con Fauré, Mozart, Dvorak, Verdi, Paganini, escasas veces Satie, Gossec… es uno de esos regalos que nos hacemos y nos alegramos. Recostarse en el sofá y escribir ahora con los pies sobre la mesa tampoco es moco de pavo. No me gusta usar esa expresión, hay que huir de las frases hechas, eso es algo que aprendí leyendo a Umbral, hay que meterle a todo algo de literatura. Él sabía como hacerlo. Yo voy practicando. Por lo visto tenemos chimenea en el piso, dice Mili que la chimenea funciona de verdad. Es enorme, está en el salón, como sea cierto que la chimenea tira voy a pasar un otoño cojonudo y que le den por culo al mundo y a los radiadores y al gas natural. Que le den por culo al sol. Hoy viajo a Madrid a las 16:00 h, llego a las 20:00 h. Avisaré a David, a Maxi y a Arturo, a ver si veo a alguno de mis amigos, y con suerte a los tres. No son los únicos, pero coño, son los que más a mano están. Avisaría a Nacho pero vive un poco retirado, y a Miguel, pero… espera, oye Miguel, si lees esto, mañana Viernes a las 17:00 h estaré por el centro de Madrid, por Malasaña, o por donde quieras que esté si te apetece que nos veamos. Puta. Vas a salir en mi tercer libro, que lo sepas. El gran hombre coleóptero que huye de las metáforas como de los calcetines blancos o el matacucarachas. Ayer mi prima Patricia tuvo un bebé, pesó 3, 3 kg. Ayer chateé (no es que tomara chatos) por el Facebook con otra Patricia, con Juana la Loca, con Patricia Corta y Pega, ahora vive en Navarra, queremos vernos, hablar, retroalimentarnos, ha estado en Italia un año, se ha licenciado, ella fue la primera persona que tuvo el original de CONFESIONES… y mi mejor lectora, Patri, a ver si me entrevistas y me lanzas al estrellato de los gafapastas. Espera, esto qué cojones es, un post o un mail multitudinario? Quiero hablar de mí, no con vosotros. Ayer mantuve una larga charla con mis padres por teléfono, hablamos de mi infancia a raíz del post ESPINETE, mi madre me lanzó una pregunta: ¿en qué época de tu vida has sido más feliz? Joder con la preguntita, yo me comprometí a responder, veamos que piense… cuando era muy pequeño todo me daba miedo, vivía en Carabanchel, si llovía mucho pensaba que íbamos a morir ahogados y me ponía a rezar para que tal cosa no ocurriera, por la noche tenía miedo de que me comieran los monstruos y dormía con mi HEMAN (de los Masters del Universo) que como estaba cachas me defendía, por las mañanas lo encontraba tirado por el suelo y yo sabía (no lo imaginaba) que había estado combatiendo hasta caer rendido para defenderme de los monstruos y se lo contaba a mi madre mientras ella me vestía (la camisa blanca, el jersey azul de pico, pantalones grises de algodón, zapatos, en fin, un uniforme de colegio privado, el cole se llamaba NUESTRA SEÑORA DE LA MERCED). Recuerdo cuando hacía caquita en un orinal porque yo era todavía muy pequeño y recuerdo que me gustaba pintar con boli azul el papel de la pared del cuarto de baño y luego mi hermana se llevaba la bronca. Ciertamente yo, por entonces, ya era un cabrón. Cuando mi madre me dejaba en clase me ponía a llorar, imagino que sería antes de primero de EGB, yo lloraba porque quería estar con mi madre, y ella me decía que no se iba lejos, que iba a una escuela de mamás que había al lado de mi cole y cuando terminara la clase venía a buscarme, de un modo u otro, al final tenía que joderme e ir a clase. Un día comenzó a nevar y Paloma, la profesora, nos contó que si hablábamos alto, si hacíamos ruido, la nieve se asustaba así que todos callados, qué tía, cómo nos las colaba. Yo no sabía decir CRA CRE CRI CRO CRU, pero un día, de pronto, recuerdo que empecé a pronunciar la R sin problemas, misterios del crecimiento. De pequeño me dolían mucho las rodillas, tenía reuma, me ponían inyecciones de Bencetacil una vez a la semana y dolía como si te mordieran la polla con perdón, siempre salía cojeando del jodido practicante. Desde entonces no soporto las inyecciones ni el olor a alcohol ni el color blanco. Mi barrio estaba lleno de gitanos, sin embargo era un barrio pequeño y nos conocíamos todos, tomábamos helados en lo de la señota Patro (yo, durante mucho tiempo decía pato, por lo de la R en medio), mi mejor amigo se llamaba David Quevedo y corría como un gamo, siempre estábamos echando carreras alrededor del bloque, un día casi me atropella un taxi, el conductor pegó un frenazo y empezó a regañarme desde la ventanilla, pero niño no te das cuenta que blablabla y yo le contesté todo chulo bien plantado en la acera: pero si yo corro más que los coches. Toma ya. A veces algunos niños nos pegaban a David y a mí, otro, un gilipollas rubio y grandote, un tal Fran siempre me amenazaba con atizarme si no hacía esto o lo otro, una vez un yoncarra cogió un gatito y lo lanzó al fondo de una obra, el gató cayó sobre las cuatro patas y salió cagando leches. Un día le metí una pedrada a Alfredo en todo el ojo y me fui corriendo, luego le vi durante un tiempo con un parche en el ojo. Definitivamente esta no fue la época más feliz de mi vida. El coche de mi padre era una tartana y había que empujarlo cada dos por tres. Seguiré pensando en ello.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

LA CASA DE LAS PALABRAS

Esta mañana escribí el post número 100. Mi post nº 100 se ha titulado 2046. ¿Cómo se titulará mi post 2046? ¿100? Me gusta contar lo que estoy escuchando o viendo en el momento de escribir, me gusta ubicarme en el texto, reencontrarme, mirar a un lado y a otro para decir, ah, estoy aquí, es esto el mundo, es la vida. Suena el Réquiem de Verdi, estoy en el salón enorme de mi nueva casa, a partir de hoy dejaré de llamarla nueva casa, la llamaré la casa de las palabras. Eso es. Estoy en en el salón de LA CASA DE LAS PALABRAS. Tenemos 12 balcones y vamos a poner carteles en todos ellos con frases y palabras para que la gente que pase por la calle pueda leerlos, algo del estilo de La Casa Encendida de Madrid, que tenía su fachada llena de citas de Rayuela. Sí. De aquí a la cocina hay por lo menos 50 metros de distancia, 3 dormitorios y dos cuartos de baño. Me gusta lo que veo. Es decadente, me gusta la cocina, un escritor necesita una cocina como esa, vieja, una cocina venida a menos, pero que en su momento seguro que fue esplendorosa. La casa en sí huele a eso. Esto es la decadencia. Tengo una botella de agua mineral a mis pies. De vez en cuando dejo de teclear y bebo. Oigo la fuente de la plaza de las putas. Hoy me han ocurrido muchas cosas. He comido con Antonio Sempere, y hemos lamentado no tener a mano una grabadora porque la conversación, su conversación, era para grabarla. Joder, cuánta sabiduría, cuánta vida bien pensada, cuánta experiencia en esa risa. Hemos ido a darnos un homenaje a un restaurante muy cool, porque nosotros lo valemos, y luego café y visita de rigor a la fnac, porque un escritor no puede vivir sin música ni cómics. Y sin follar. Mi intención era escribir, destilar, esa conversación con Antonio, pero no me siento capaz, no ahora. Tal vez hace 4 horas sí, pero el tiempo pasa y pasan cosas y ahora ya lo tengo todo a flor de piel y para hablar de las cosas que habla Antonio hay que rascar dentro. Tal vez mañana. Tal vez nunca. La vida no es el tiempo que tenemos por delante, sino el que nos va quedando por detrás. No vivimos más, vivimos menos. Antonio ha entrado en mi vida para quedarse. Tenemos un salón que pide a gritos reuniones familiares. Mi familia en Alicante son mis amigos. He estado imprimiendo cosas para gestionar la matrícula de la facultad, voy a matricularme de 2 ó 3 asignaturas. Mejor eso que nada. Siento que este texto no fluye, no avanza, estoy escribiendo a trompicones y así lo mejor que puede hacer uno es dejar de escribir y cenar una ensalada y una pizza. Mili ha preparado pizza y ensalada. También he visto el partido de España de baloncesto. Luego conversación con Mirín durante varias horas, varias mujeres han pasado por delante, no de nosotros, sino de la conversación. Y Tere, digo Mili, llega luego y se une a la charla, antes pregunta recatada que si es charla de tíos o se puede unir, es charla de tíos, contesto yo, por eso eres más que bienvenida, y es que, en este piso, no somos 3, realmente somos 6, 3 tíos y 3 tías, porque no tenemos género, porque hablamos de todo, porque nos ponemos románticos, sensibles, hablamos de llamadas que no llegan y de comidas de coños o de pollas mientras unos se pintan las uñas y otros no. 

2046

lo que escucho, la banda sonora de 2046, mientras espero al gran Antonio Sempere para irnos a comer. Ya he montado la cadena de música, ahora me doy cuenta, antes que la tele, lo que necesito es la música, después, claro esta, de la computadora. Estoy sentado en el nuevo sofá de mi nuevo salón y la cocina está tan lejos que desde allí casi no se oye la música. Espero que suene el timbre, voy a comer con Antonio Sempere, voy a darle un abrazo, voy a quererle. Veo los ficus monstruosos de la plaza, y llueve, qué grande es poder contar todo esto y estar vivo y haber disfrutado del suave sabor de un café recién hecho en una cafetera italiana de color azul hace un par de horas. Ha llamado mi madre. No he atendido la llamada porque estaba durmiendo, todavía. Ha llamado Sergio, no he atendido la llamada porque estaba durmiendo, todavía. He dormido mucho, me desperté muy temprano, pero tenía tanto sueño que volví a dormirme. Ayer fue un día agotador, hoy tengo el cuello resentido. En dos días he hecho la mudanza de absolutamente todo, y ayer sudé y me esforcé mucho. Luego, después del esfuerzo, la merecida recompensa, un cine y las cervezas de después. Vi Gordos, y me gustó mucho, a pesar de los errores y las faltas que tiene según Antonio, pero a mí, esos personajes de cartón, me gustaban, ese esperpento español, esa exageración en algunos personajes hasta reducirlos a 2 o tres tópicos (reducción por exageración), no obstante algunas interpretaciones no se las creían ni ellos, véase Verónica Sánchez (ayyyy... qué lejos quedan aquellos tiempos en que Verónica venía a mi librería para que le recomendara libros y hablábamos durante más de una hora, una vez me pidió el teléfono, para estar en contacto... pero claro, fue como darle el teléfono a una farola o a un buzón de correos). Pero da igual. Fue más de lo que me esperaba, Marrón oscuro casi negro dejó el listón muy alto. Suena el timbre. Antonio ya está aquí.

martes, 15 de septiembre de 2009

espinete

Son las 7:12 de la mañana, me he despertado y ya no hay quién me duerma, así que, música clásica (requiems varios, sobre todo de Fauré) café (no debe ser bueno beber tanto café) y galletas de avena (¿…?). Me leo a mí mismo un rato. Mientras desayuno pienso en cosas. Ya no tengo tele en el piso de la playa de San Juan, anoche la dejé en la que a partir de esta misma tarde será mi nueva casa, y como no tengo tele, tengo más tiempo para pensar, y pensando y recordando (acabo de matar un mosquito de una palmada… cabrón) me acordaba del video que puse el otro día en mi casa, perdón, del dvd (ya van dos mosquitos… hijos de puta). Éramos 5 personas y puse, para echarnos unas risas, un dvd con grabaciones caseras de cuando yo era pequeño, ya lo había visto varias veces, pero había algo que no tenía muy presente, al menos, hasta ahora, mientras desayuno a las 7:12 de la mañana sin tele y escucho requiems varios, sobre todo de Fauré. Yo, era feliz. Estamos en la nochevieja del año 89, yo tengo unos 12 años, comemos cangrejo, bebemos Coca Cola, todo el mundo, toda la familia habla y sonríe y yo no dejo de hacer el gilipollas todo el rato, antes de la cena, durante la cena, después de la cena, mientras nos comemos las uvas, después de las uvas. Hago el gilipollas, me río del mundo, bailo, canto, repito ante la cámara, una y otra vez “pero digan lo que digan los pelos del culo abrigan”. Insisto, parezco feliz, parezco disfrutar de cada minuto, soy un niño de 12 años y no paro. Ya no me acordaba. Dicen el ser humano tiende a borrar los malos recuerdos, lo doloroso, lo horrible, que casi siempre se acuerda de lo bueno, cuando rompemos una relación y nos acordamos al cabo de un tiempo, no vemos más que cosas buenas, los besos, las primeras citas algunas tardes de invierno, los ramos de flores, las palabras de amor, los mensajes en el móvil, los correos electrónicos, me llamará, la llamaré, mamá qué feliz soy, las vacaciones planificadas, el redescubrimiento. Esto suele ser así, pero yo, cuando pienso en mi infancia, hay que joderse, sólo me acuerdo de cosas malas, todo puede resumirse en una palabra: MIEDO. Recuerdo que ese es el sentimiento predominante a mis 10, 11, 12 años. Y sin embargo, en el vídeo, veo a un niño que no parece tener miedo de nada, que vive intensamente igual que viven ahora mis dos sobrinos de 5 y 12 años. Algo no encaja. Si mi infancia fue feliz, ¿por qué sólo me acuerdo de lo malo? No voy a decir aquí qué era lo malo. También me acuerdo, ahora, que en primero de BUP, había algún profesor o profesora que alucinaba en colores con mi vitalidad, estaba todo el santo día con coñas, con ganas de hacer cosas, con una sonrisa que no me cabía en la cara, me lo dijeron, me acuerdo. En cierto modo creo que sigo así, pero algo se ha desgarrado con los años. A lo mejor, si leyera menos, si escribiera menos, si pensara menos, sería más feliz, menos enmimismado, menos temeroso de la ira de dios, de que el cielo caiga sobre nuestras cabezas. Mi vida, el recuerdo de mi vida, está plagado de hitos de terror, (terror entre comillas, mamá, no te eches las manos a la cabeza, que ya te estoy viendo) pasillos oscuros, ruidos por la noche, viajes a lo desconocido, gritos… (dios, qué trágico está quedando, ya he matado 3 mosquitos, esto es la guerra). El caso, después de este post melodramático, veo que este niño que soy tuvo momentos felices, muy felices, fui un niño alegre hasta la extenuación, la infancia era una fieshhhhta y yo me apuraba hasta el último cubata (es un decir). No lo sabía, no me acordaba, haciendo un esfuerzo, también veo muchas cosas buenas. He estado tantas veces a punto de morir… he escalado sin arneses, a puros huevos, por la pared vertical de una cantera, he descendido a casi 100 km/h en bicicleta por una cuesta casi vertical, he puesto el coche a 210 en un viaje a Barcelona con 24 años, me salí en una curva con 26, casi me parto la espalda con una ola gigante en no recuerdo qué playa, y el cuello montando en una moto acuática, cuando era pequeño mi madre evitó que me tirara por una ventana (ya estaba de pié en el alféizar) quería conocer a dios… no voy a seguir, uno ha vivido, uno ha sido feliz, uno puede que no haya montado en helicóptero ni haya hecho puenting ni haya montado en snowboard ni vaya a todos los festivales de música ni conozca cada novedad artísticoculturalhedonísticopolíticovital, pero amo lo que tengo, amo lo que soy, en lo que me he convertido, lo que deseo. Termino este post. He tenido un momento epifánico como al final del relato Los muertos de Joyce mientras desayuno sin la tele. Barrio Sésamo me enseñó grandes cosas. Pero es mejor comer galletas escuchando réquiems varios sobre todo de Fauré. Sólo me queda recoger unos 40 libros, 120 película y varias pilas de cds, la cadena de música, los utensilios de aseo, algunas camisetas y listo. Este piso quedará vacío, a la espera de otros cuerpos que lo llenen de polvo, migajas, restos de piel.

lunes, 14 de septiembre de 2009

cuarto menguante

Otro día, más, menos. No es que me sienta especialmente inspirado, pero quiero dormir y no puedo, y como no puedo, escribo, porque tampoco me apetece leer. Y digo yo, ¿a quién mierdas le interesará leer esta cagada? Bueno, seas quien seas, salud, que te aproveche. Situación: 23:30 h, mañana tengo que recoger todos los bártulos de este piso, quiero decir, empaquetar todas mis pertenencias, ropa, pelis, cds, libros… todavía no he pensado cómo voy a hacer para sacar la tele de 42 pulgadas de aquí, creo que le pediré ayuda a algún amigo, esto… ¿Sergio? ¿estás ahí? Ahora mismo estoy escuchando a la pija de Zahara… no está mal… tampoco bien. No me entusiasma. Mañana empiezo mi mudanza, y espero que termine mañana también, me voy a vivir al centro de Alacant, dejo esta maravilla de piso en el coño del mundo (uy! Zahara ha dicho “orgasmo”, a ver si no va a resultar tan pija!), imagino que al principio me resultará difícil acostumbrarme a la nueva situación vital, compartir piso, aunque tengo fe, mis futuros compañeros de piso son extraordinarios, espero no incordiarles mucho yo a ellos. De todos modos es una situación, un estado, transitorio, es el primer paso de mi mudanza a Málaga. En cuanto finiquite la mudanza, Alvia dirección Madrid, camino de las aulas, matrícula, asignaturas, volver a ser universitario, me gusta desayunar en la cafetería de la facultad, palmeras de chocolate y café rayo de luz (así llamado por Maxi, porque representa la velocidad, la aceleración, el tiempo que pasa entre que te lo tomas y vas corriendo al baño), lástima disponer de tan poquito tiempo para ir a clase, sobre todo teniendo en cuenta que la facultad está en Madrid y yo en Alicante, si ya iba poco a clase antes, que vivía en Madrid, ahora ya verás jajaja. A mí, desde luego, por las aulas no me verás. Llevo casi una semana de vacaciones, vale, no he salido de Alicante, pero joder, qué bien me lo estoy pasando, en serio, sé que no siempre va a ser así, pero uno se merece días como estos en la vida, he sido bueno, he trabajado, he escrito, he sufrido, y merezco ser feliz, o mejor dicho, merezco estar contento, satisfecho. Este medio día, después de comer una buena paella (otra vez) iba con Alberto andando a casa, miraba el cielo, nublado, nubes en distintos tonos de gris, Alberto dice que el cielo en algunas zonas parecía verde, y todo era sorprendente, uno está vivo, está aquí, ya sabéis, aquí, ahora, etc., pero se nos olvida, no estamos de paso, estamos para quedarnos en cada minuto, vivir cada minuto, llenar el organismo de sangre y CO2 y luz cada minuto, sentir la tensión en los cartílagos, el aroma de una mujer morena a la que te encanta acariciar cada minuto. Oigo patos. En breve empezaré a escribir el prólogo del último libro de Antonio Sempere, no merezco tal honor, se me están abriendo personas inmerecidas en esta ciudad atroz y mal urbanizada, personas que convierten lo atroz en vida, y el urbanismo despiadado en algo que me la empieza a sudar. De todos modos tengo los días contados, aquí, digo, bueno, y en cualquier lugar. También tengo una cinta morada atada en la muñeca. Tengo proyectos, sueños, objetivos vitales, tengo un mes de octubre que promete, tengo que preparar una nueva charla poética para una biblioteca, hacer algo diferente, la presentación de mi libro y del libro de un amigo en mi librería, un recital poético y salvaje, tengo que seguir tomando el sol, tengo que comer mucha verdura y fruta y beber agua. Escribir otro libro, algo de prosa, creo que el siguiente libro, (por llamarlo de algún modo, porque no es un libro, es un proyecto) se titulará como mi otro blog, UN OJO IZQUIERDO LLAMADO DANILO T. BROWN. Serán pequeñas historias en prosa, con los personajes de la serie VIDA CUÁNTICA que empecé a escribir en el difunto blog EDGAR Y PAULINE. Una forma de mirar el mundo, claro, como siempre, la mirada diseccionada de mi ojo izquierdo, una suerte de cronopio, algo que en el fondo sigo siendo yo, mi mundo imaginado como debiera ser siempre, el aburrimiento hecho literatura y frases cortas. Michel Djerzinski, Edgar Quinet, Pauline. Hoy ya he escrito demasiado, tengo ganas de que amanezca, despertar, poner algo de música, abrir las puertas, las ventanas, preparar café, estirar los brazos, decirle buenos días al espejo del pasillo, esto es la vida para mí, la ilusión de una mañana más sin que te duela nada. Por cierto, dicen que este fin de semana, hay luna nueva.

viernes, 11 de septiembre de 2009

a ghost is born

Es algo así como lo que digo ahora o escribo aquí, bebes café lees algunos blogs y surge, crece, nace, lo que sea, una necesidad de escribir, escribiría un poema, pero me da pereza, para poematizar hay que prepararse (me levanto a cerrar las puertas de la terraza y la puerta trasera de la cocina, enciendo el aire acondicionado, joder, no es que haga excesivo calor pero estoy sudando) y no me siento preparado, ni necesitado, joder, dejemos de escribir por unos meses me digo mirándome en el reflejo de la pantalla del portátil, que es un mac. Amo, adoro, quiero, deseo a mi Mac, me excito tocando sus aristas, sus bordes redondeados, es blanco, suave, brillante, es moderno y resiste lo que le echen. Soy escritor gracias a él, y bebo agua. Acabo de pasar al i-pod algunas canciones de Wilco, lo escuché hace años y no me gustó, pero voy a darle otra oportunidad, mis gustos han evolucionado, han mejorado, mis gustos ahora me gustan más, yo me gusto más, aunque ya no se me marcan los abdominales y el hígado me habla y hoy he cogido frío por dormir destapado y medio en bolas, esta mañana he buscado mis inhaladores, hacía algo así como un año que no los necesitaba, pero me costaba respirar, tenía los bronquios cerrados, y ahora me duele un poco el pecho, pero como no tengo fiebre (me he tomado la temperatura 2 veces) ni me duele la cabeza, prefiero pensar que sólo es que he cogido frío, anoche en el cine ya me encontré un poco espeso. Ayer fui con Antonio al cine, vimos dos películas seguidas, a la segunda peli se unió Sergio. Vimos Hazme reír y Enemigos públicos, la primera me gusto bastante, a Antonio no, la segunda no me gustó casi nada, a Antonio tampoco, a Sergio le gustó bastante. Sé que lo que estoy escribiendo hoy es muy interesante, lo sé, lo sé, soy consciente, estas cosas cambian el mundo. Hoy he leído en el blog de AFM una entrevista a Antonio Luque (Sr. Chinarro) que salión en EP3, corto y pego un trocito maravilloso que habla de mí mejor que yo:

 

EP3. ¿Qué está leyendo ahora mismo?

A. L. Apenas leo, tampoco escucho mucha música. ¡No me da tiempo a todo!

EP3. Pero ¿qué hace?

A. L. Cocino, limpio, miro al mar, me baño en él, llamo guarros a mis conciudadanos, me peleo con el del banco, respondo el correo, hago canciones, trato de sacar las cartas del buzón (no tengo la llave), me hago sangre la mitad de las veces, y ¡sólo para sacar facturas!

EP3. Para escribir así tiene que haber leído, y mucho. ¿Cuáles son sus lecturas?

A. L. Leí bastante cuando era un veinteañero. Luego lo dejé. Me estaba pasando como al Quijote con sus libros (lo sé por los dibujos; aún no he leído el Quijote). ¡Y yo tenía el barbero cerca! Total, que Proust, Kerouac, Balzac, Kafka, lo que caía en mis manos.

 

Llega una edad, o un momento, en que hay cosas que dejas de hacer, o que haces menos, llega un momento en que un millón de cosas te la sudan porque aprendes o desaprendes y te das cuenta que tu vida no va a mejorar por el hecho de saber quién cojones es fulanito que acaba de sacar noséquéputodisco o qué hostias dice ahora Rajoy de Zapatero. Rajoy es un tío con barba, Antonio Luque también, Rajoy dice que el PSOE no sabe gestionar la crisis que da palos de ciego, etc. Antonio Luque dice que cocina, limpia, mira al mar, y prefiere Mortadelo a Lorca. A mí, me interesa más lo que dice Antonio Luque que lo que dice Rajoy, o Zapatero (todos los ciudadanos, con talante, normalidad, seguridad, blablabla), me interesa porque Antonio Luque soy yo en cierto modo. No digo que las decisiones del gobierno no vayan a afectarme, claro que lo hacen, pero en un plano más abstracto, aunque en cierto modo de manera muy concreta. Fíjate si me afecta que o me doy prisa en aprobar las 6,5 asignaturas que me quedan o mi carrera desaparecerá debido a las decisiones del gobierno y no podré licenciarme. Sin embargo, eso no influye en mi manera de abrir los ojos y parpadear ante las bolsas de basura que acumulo en la terraza de la cocina hasta que decido tirarlas todas a la vez, por pereza, porque soy un guarro, por lo que te de la gana, joder. Eso no tiene nada que ver con la sensación del bañador húmedo rozándome el escroto y los rayos del sol alterando de algún modo la melanina de mi piel cuando me tumbo de 14 a 15 h en el césped cerca de la piscina con forma de trébol mientras busco hormigas alrededor de mi toalla de color azul. Bebo agua, me hago pis, Wilco sigue pareciéndome un coñazo (salvo Hummingbird, que empieza a sonar ahora, y me gusta).

miércoles, 9 de septiembre de 2009

i-Phone

Quiero comprarme un i-phone, es posible creer, despertar, escuchar música, tener ganas de repente de tomar el sol. El contexto, el marco, la enumeración de los objetos: sentado en un sillón, aire acondicionado, café con leche, donettes, tostadas, banda sonora de el cartero de Neruda, descalzo, sin duchar, siendo feliz. Y qué más. Uno, yo, presente, servidor o servidora, anoche viendo las estrellas hasta las 3, las veo, las conozco, después de tantos años, Rigel, Aldebarán, Sirio, Vega, soy tan pequeño, me siento tan dichoso, podría morir en este preciso instante fulminado por una visión llena de hidrógeno, soy un espejo de lo que me rodea, no soy nada. NADA. Inservible, habrá que disfrutar de nuestro absurdo, de nuestra máscara, de, como dice Antonio sabio y muy querido, de este trocito de tiempo que nos ha tocado vivir, el tiempo y nuestros recuerdos que posicionamos sobre el aparador o la mesa camilla y vemos, miramos, enumeramos, decimos te acuerdas de, hubo un tiempo que, y parece mentira, habrase visto, yo sé quien eres, te vi, te deseé, te quise, cómo no querer, no desear, no ver esos dos ojos dos esos dos grandes redondos perfectos y verdes ojos dos esos dos ay cómo me duele ojos. No. La vida de nadie que soy yo, la nada que me llena y me destroza el hígado, es, cómo decirlo, a ver, tal vez pudiera resumirse en: TENGO ESPERANZA.

Hoy, esta mañana, estoy cargado de esperanza, esta tarde voy a dar una charla sobre poesía, cosas pequeñas, infraordinarias, y me la toca si nadie viene, yo quiero comunicar mi verdad, lo que me hace enseñar los dientes cuando me río como un hombre loco y vengativo pero feliz, un señor que escribe versos y que busca y que se ha enamorado tantas veces de sí mismo mirándose a un espejo por la calle e intercambiado teléfonos y correos y apretones de manos y maneras de tocar un antebrazo disimuladamente en medio de una conversación. Ah, la vida, el dolor, el movimiento, ah el teatro, ah la pesadilla o el tormento y unas chanclas nuevas para caminar kilómetros.

Parte 2

Sigo escribiendo, me dejo de retóricas o de decir lo que quiero decir sin decirlo del todo y que se entienda, pero me sale así, señores, pero me sale así, señoras, ¿quién me lee? ¿para quién escribo esto hoy? Sé de dos o tres personas fijas, así que es suficiente, esto es como un mail a mis amigos, sólo que aquí puede meter sus narices todo el mundo, y no es que sea malo, todo lo contrario, mi fondo es vuestro fondo, justo ahora empieza otro CD Cúmbala Canalla o algo así, regalo de 32 cumpleaños y maravilla gitana y saltimbanqui, gracias Tere. Qué sería de mí sin la gente que me quiere y que no sé por qué me quiere, de verdad, por qué me llamáis, qué veis en mí, de dónde sale esa luz, soy una sombra, me siento sombra, esa parte de la arena oscura donde Arturo se tumba y mira el mar, vosotros sois el amarillo, la arena blanca, caliente, la luz del sol, yo soy ese trocito marrón oscuro, ese círculo de arena fría que necesita una sombrilla de Carrefour para existir a 3 metros del agua. Arturo, me acuerdo mucho de ti. Miguel, me acuerdo mucho de ti. Maxi, me acuerdo mucho de ti. David, me acuerdo mucho de ti. Nacho, me acuerdo mucho de ti. Isabel, me acuerdo mucho de ti. Emilio, me acuerdo mucho de ti. Me acuerdo de mucha gente que no vive aquí, cerca del mar, me acuerdo de mucha gente que vive aquí, cerca del mar. Vosotros me salváis, cabrones, vosotros alimentáis mis capilares, mis sistemas, aparatos, dais consistencia a mi estructura ósea, me ofrecéis la verticalidad que necesito. Hijos de puta. Es la una de la tarde, Manuel del Barrio dejará de escribir en este preciso momento para seguir viviendo. Nos vemos. Cabrones.

viernes, 4 de septiembre de 2009

sos un boludo

Juan Gelman Juan Cedrón Ganas otra vez de escribir y claro tac tac después de ver a Darío Grandineti en Despabílate amor y el tiempo y el amor ah el amor y los corazones dormidos y las canciones de entonces y los bailes y las primeras novias y los polvos contra el frigorífico sin que nos oiga la abuela desde el salón viendo cambiar el mundo en la pantalla y bebiendo su café con leche y con galletas.

Ganas de escribir ayer cumplí 32 años y fue un gran día en 32 años de vida y de ahoras y presentes y exámenes aquí play extras escenas otros títulos Despabílate amor y tanto libro en las estanterías para enriquecer el aire y el aquí ahora presente en estas sábanas a los pies de una persona con el pelo rizado y las tetas algo flojas que me abraza con los mismos brazos de un mismo cuerpo que nunca se repite exactamente e incapaz de levantarse a las 6 de la mañana y calzarse las deportivas y correr 20 minutos para no morir tan joven y tan aquí presente ahora tan con ganas de escribir su tercer libro.

Los folios y mi mundo los fines de semana como un adolescente follador y sin condones y la repetición de las repeticiones de las cosas repetidas en una sucesión de sucesiones de hoy ayer mañana antes de ayer o es que no te acuerdas pero entonces y escuchar música acordes maderas y metales y el aire entrando en el fuelle y saliendo vibrante de un acordeón y cuántas veces alguien se habrá tragado sin amor todo mi semen y dúmbala canalla joder y dúmbala canalla menudo desayuno porque la vida es lo único que no deja nunca de vivir.

Ganas de escribir y de orinar y de ponerme una pomada en el ojete y 2 litros de agua y excipientes necesarios para que la vida absorba y que penetre en el espacio en la cavidad hostil y en el hueco entre los dientes donde se nos queda a veces atrapado un hilillo de carne después de comer un buen filete o una hamburguesa o empanadillas de carne sentados a la mesa de plástico blanco de la terraza y otra caña camarero la vida aquí ahora presente sentado con la espalda bien erguida y un corazón que lleva 32 años latiendo.