lunes, 14 de septiembre de 2009

cuarto menguante

Otro día, más, menos. No es que me sienta especialmente inspirado, pero quiero dormir y no puedo, y como no puedo, escribo, porque tampoco me apetece leer. Y digo yo, ¿a quién mierdas le interesará leer esta cagada? Bueno, seas quien seas, salud, que te aproveche. Situación: 23:30 h, mañana tengo que recoger todos los bártulos de este piso, quiero decir, empaquetar todas mis pertenencias, ropa, pelis, cds, libros… todavía no he pensado cómo voy a hacer para sacar la tele de 42 pulgadas de aquí, creo que le pediré ayuda a algún amigo, esto… ¿Sergio? ¿estás ahí? Ahora mismo estoy escuchando a la pija de Zahara… no está mal… tampoco bien. No me entusiasma. Mañana empiezo mi mudanza, y espero que termine mañana también, me voy a vivir al centro de Alacant, dejo esta maravilla de piso en el coño del mundo (uy! Zahara ha dicho “orgasmo”, a ver si no va a resultar tan pija!), imagino que al principio me resultará difícil acostumbrarme a la nueva situación vital, compartir piso, aunque tengo fe, mis futuros compañeros de piso son extraordinarios, espero no incordiarles mucho yo a ellos. De todos modos es una situación, un estado, transitorio, es el primer paso de mi mudanza a Málaga. En cuanto finiquite la mudanza, Alvia dirección Madrid, camino de las aulas, matrícula, asignaturas, volver a ser universitario, me gusta desayunar en la cafetería de la facultad, palmeras de chocolate y café rayo de luz (así llamado por Maxi, porque representa la velocidad, la aceleración, el tiempo que pasa entre que te lo tomas y vas corriendo al baño), lástima disponer de tan poquito tiempo para ir a clase, sobre todo teniendo en cuenta que la facultad está en Madrid y yo en Alicante, si ya iba poco a clase antes, que vivía en Madrid, ahora ya verás jajaja. A mí, desde luego, por las aulas no me verás. Llevo casi una semana de vacaciones, vale, no he salido de Alicante, pero joder, qué bien me lo estoy pasando, en serio, sé que no siempre va a ser así, pero uno se merece días como estos en la vida, he sido bueno, he trabajado, he escrito, he sufrido, y merezco ser feliz, o mejor dicho, merezco estar contento, satisfecho. Este medio día, después de comer una buena paella (otra vez) iba con Alberto andando a casa, miraba el cielo, nublado, nubes en distintos tonos de gris, Alberto dice que el cielo en algunas zonas parecía verde, y todo era sorprendente, uno está vivo, está aquí, ya sabéis, aquí, ahora, etc., pero se nos olvida, no estamos de paso, estamos para quedarnos en cada minuto, vivir cada minuto, llenar el organismo de sangre y CO2 y luz cada minuto, sentir la tensión en los cartílagos, el aroma de una mujer morena a la que te encanta acariciar cada minuto. Oigo patos. En breve empezaré a escribir el prólogo del último libro de Antonio Sempere, no merezco tal honor, se me están abriendo personas inmerecidas en esta ciudad atroz y mal urbanizada, personas que convierten lo atroz en vida, y el urbanismo despiadado en algo que me la empieza a sudar. De todos modos tengo los días contados, aquí, digo, bueno, y en cualquier lugar. También tengo una cinta morada atada en la muñeca. Tengo proyectos, sueños, objetivos vitales, tengo un mes de octubre que promete, tengo que preparar una nueva charla poética para una biblioteca, hacer algo diferente, la presentación de mi libro y del libro de un amigo en mi librería, un recital poético y salvaje, tengo que seguir tomando el sol, tengo que comer mucha verdura y fruta y beber agua. Escribir otro libro, algo de prosa, creo que el siguiente libro, (por llamarlo de algún modo, porque no es un libro, es un proyecto) se titulará como mi otro blog, UN OJO IZQUIERDO LLAMADO DANILO T. BROWN. Serán pequeñas historias en prosa, con los personajes de la serie VIDA CUÁNTICA que empecé a escribir en el difunto blog EDGAR Y PAULINE. Una forma de mirar el mundo, claro, como siempre, la mirada diseccionada de mi ojo izquierdo, una suerte de cronopio, algo que en el fondo sigo siendo yo, mi mundo imaginado como debiera ser siempre, el aburrimiento hecho literatura y frases cortas. Michel Djerzinski, Edgar Quinet, Pauline. Hoy ya he escrito demasiado, tengo ganas de que amanezca, despertar, poner algo de música, abrir las puertas, las ventanas, preparar café, estirar los brazos, decirle buenos días al espejo del pasillo, esto es la vida para mí, la ilusión de una mañana más sin que te duela nada. Por cierto, dicen que este fin de semana, hay luna nueva.

3 comentarios:

Patricia dijo...

siiií, te veo más optimista que nunca!

montxovs dijo...

Entiendo qué es volver a ser universitario siendo treinteañero. Ánimo! Montxo.

Danilo T. Brown dijo...

eeeeee, gracias Montxovs!!!!

Patri, sí, estoy en una gran etapa de mi vida.