viernes, 31 de julio de 2009

ojo izquierdo actualizado

luego actualizaré este ojo y explicaré algo del texto del otro ojo y de cómo la recepcionista del hotel me ha invitado a un café riquísimo a las 21:00 h con dulces típicos de la región y de cómo he robado chocolatinas de un armario y de cómo voy a robar más chocolatinas esta noche. No os lo podéis perder!!

vacaciones 3

Aquí seguimos, uf, cansadísimo de tanto trabajar y talar árboles, jajaja. Esta es una vista de la especie de bar supermercado que hay en el pueblo Villanueva de Colombres, donde ayer me tomé una San Miguel que vamos, puro milagro de la naturaleza. Si pincháis sobre la imagen se verá más grande. ¿Os gusta el dibujo? pues esto lo hago con la cola, tampoco es que sea la releche, hay dos mil millones de personas que lo pueden hacer mejor y más rápido (bueno, más rápido no sé yo) pero quiero decir que es muy fácil, lo difícil es escribir bien. Aquí, en la casa, hay unos cuadros hechos a lápiz que quitan el hipo, joder, parecen putas fotos, eso sí es difícil, esto, mierdecita del campo. Ahora voy a comer. Esta mañana el café con leche estaba igual de rico que ayer. He terminado de leer Alta fidelidad, de Hornby, muy bueno, divertido, neurótico. Ahora estoy releyendo Viviendo del cuento, de Juanjo Sáez, un dibujante o ilustrador que me encanta, y al que copiaría de buena gana si no fuera tan evidente que le copio. Todavía tengo que dibujar mucho ara encontrar mi estilo, que no tengo. Me pasa con esto como con la escritura, tuve que darle duro durante años hasta sentirme más o menos a gusto con lo que tecleaba. Quiero aprender a manejar el photoshop, con esa herramienta y un poco de rotulador creo que se pueden hacer cosas chulas, así que este es otro de mis proyectos a medio plazo, dibujar de vez en cuando y aprender a manejar el photoshop. Lo de escribir se da por hecho. Voy a prepararme un sandwich. Ale, que os den.

jueves, 30 de julio de 2009

vacaciones 2

Pido disculpas por pedir disculpas. Son las 21:19 h. Estoy en uno de los sillones de esta enorme casa, casi no hay luz, apenas se ven los frescos del techo, y se oye Mozart por los altavoces que hay en todo el recinto. Hace 10 mins no se oía nada, y se estaba bien, pero en cuanto ha comenzado Mozart he sentido la irresistible necesidad de escribirlo. Paz. Esto es lo que siento ahora mismo. Paz. Tranquilidad. Descanso. Todo el día de mañana para no hacer nada, igual que hoy. Ansío que llegue la hora del desayuno, el café me ha sabido a gloria, me he tomado dos cafés con leche, estaba yo solo en el salón de desayunos con vistas al jardín y a la niebla que se levantó por la mañana. He comido y bebido hasta decir basta, me daba un poco de vergüenza comer tanto, pero es que el desayuno, además de ser la comida más importante del día, en mi caso es la única que hago en condiciones en este lugar. El pueblo más cercano donde puedo comprar comida está a 3 km y como tengo el coche en el taller debo ir andando, lo que hace con el camino de regreso un total de 6 km. Ayer ya me di la paliza, llené la mochila con fruta, agua, conservas, paté, pan de molde y galletas.  Iba con la mochila hasta los topes y una bolsa de plástico en la mano. Cuando llegué a este pueblo deshecho en sudor, me metí en el único bar y me tomé una cerveza (con alcohol) que me supo a gloria, probablemente la mejor cerveza que he bebido en todo el año, y sin duda la más merecida. 
La siesta que me dormido hoy ha sido de las que pasarán a la historia. Me he despertado a las 19:30 h, he tenido que cerrar el balcón y la ventana porque hacía frío, hace frío, pero aquí en el salón estoy perfectamente en manga corta, aunque con pantalón largo y los piés bien protegidos y calientes en unas Camper. Por suerte compré calcetines en Santander, en un Springfield, también Fungusol y Paroxetina en una farmacia. No me querían vender la paroxetina porque decían que tenía que ser con receta, pero bueno, parece que mi razonada argumentación y el hecho de que no me vieran cara de loco depresivo obsesivo compulsivo les convenció para venderme una cajita "pero la próxima vez me traes la receta" y yo "claro claro, sin falta". No me apetece irme de aquí, aunque echo de menos a C. Lo bueno es que el lunes me darán el coche y podré moverme por diversos pueblecitos con total libertad, que es lo que quiero, y C va a acompañarme, si ella quiere. Por cierto que no estoy escribiendo un carajo y leo muy poco, no sé por qué, pero me la suda. En este sitio se está de puta madre sin hacer nada. Casi no salgo de la casa, no paseo, no hablo, sólo respiro, bebo líquidos, miro el campo, oigo pájaros y, creo que gaviotas (aunque las gaviotas también son pájaros, pero me refiero a pájaros tipo gorriones, pinzones, golondrinas...). Esto que hago aquí podría hacerlo en cualquier casa en la que estuviera solo, por ejemplo en mi casa de Parla, pero no, el viaje que uno tiene que hacer para llegar aquí y la sensación de incomunicación y los prados y bosques que se ven desde cualquier lugar lo cambia todo. No me basta llamar por teléfono a un amigo para que venga.  Aquí estoy solo. Yo lo quiero así.

vacaciones

La imagen es de mi bloc de dibujo, he tenido que hacerle una foto con el móvil y pasarla por bluetooth al por
tátil. Es de mala calidad, pero si pincháis en la imagen se hace más grande (aunque se ve que me ha salido algo movida). En fin, pido disculpas, aquí no tengo escáner ni más tecnología que esto, un ordenador, un móvil, papel, rotulador y mucho tiempo libre.



















y esto es lo único que pienso hacer hasta que me vaya de aquí




















siento la mala calidad de las imágenes.

martes, 28 de julio de 2009

mi vida en rosa 3

ayer me dejó tirado el coche en una calle de Madrid. Iré a Santander en tren, luego bus hasta 

lunes, 27 de julio de 2009

mi vida en rosa 2

Acabo de leer un poema mío que escribí hace pocos meses y me he dicho, joder, qué bueno soy. Esa es la realidad. Qué bueno soy. Algún día alguien se dará cuenta y hablarán de mí en la radio y me publicarán libros y los críticos de Babelia y ABCD y El Cultural y Quimera me dedicarán portadas y Agustín Fernández Mallo querrá comerme la polla y hacer un poema postpoético con mi semen. Sí. No. Y viviré en Nueva York y aprenderé inglés, y haré jamsesions de poesía, poesía en vivo, e impartiré clases, talleres, daré charlas, conferencias, me investirán doctor honoris causa, premio Cervantes, premio nacional, premio al que la tiene más dura que un palo de golf. Viviré en un apartamento con vistas a ya veremos donde y seré un poeta que vive en Nueva York y me haré amigo de Carlos Ruiz Zafón, que también vive en Nueva York, y de Muñoz Molina, que lo mismo, nos iremos a tomar café a un Starbucks y nos diremos lo buenos que somos aunque yo en el fondo piense que son un par de gilipollas que todavía no han averiguado en qué consiste esto de la literatura. Iré a buscar a Don DeLillo llamaré a su puerta y le diré, eh, tú, antipático de mierda, vámonos a escupir sobre la tumba de David Foster Wallace, ¿dónde está Thomas Pynchon? ¿es amigo tuyo, eh cabrón? Llámale y dile que se venga, hazlo o te doy de hostias y hago que te tragues todas las teclas de tu asquerosa máquina de escribir, que pareces subnormal, ¿no sabes que hay una cosa que se llama computadora? Computer, tronco, Mac, PC, Toshiba, Vaio, que puedes escribir y borrar y escribir y guardar y corregir sobre lo escrito, imbécil, y como vea a Salinger le voy a hacer tragar todo el centeno de este puto país de locos. Venga, coge la cazadora y vamos, por cierto, ¿y Franzen? También quiero hablar con él, me gustó mucho su libro, bueno, me han gustado mucho sus dos libros, los dos que me he leído, digo, porque los tuyos, joder, siempre escribes igual macho, me gustó Ruido de Fondo pero el resto… joder, joder, eres peor que Umbral ¿Umbral? Mamón, Umbral era el puto amo del idioma, un mamón que escribía con el cuerpo envuelto en papel higiénico pero que si le daba el día era capaz de hacer que te murieras con una metáfora, nadie superará a Umbral haciendo metáforas, nadie, ni siquiera el que inventó las metáforas, que era un señor de Murcia que, no, no, vamos en metro, qué coño vas a coger un taxi, en el puto metro de nueva york joder, y decía que Umbral siempre escribió el mismo libro pero qué cojones los suyos porque se los publicaron todos. A ver quién es capaz de hacer lo mismo, claro, tú, qué gracioso, pero tú no cuentas, eres un amargado, Umbral por lo menos se iba de putas y se emborrachaba en Chicote, tú sólo ves la tele con tu gorra de Béisbol y tu máquina de escribir llena de mierda.

Mañana me voy de vacaciones, el miércoles estaré por Asturias, solo, en una casa antigua, una casona, si alguien me llama al móvil que se olvide, no estaré para nadie. Ni siquiera estaré para mí mismo. Con un poco de suerte podré seguir escribiendo mi blog derecho y mi blog izquierdo. Para el izquierdo tengo un par de cosas casi terminadas, pero como tengo tanta pereza a la hora de escribir poemas últimamente, no sé cuándo las corregiré y menos cuándo me dará por publicarlas. Hace tiempo que me dejó de obsesionar eso de actualizar mi blog. Estoy en otras cosas. Dejadme vivir. 

domingo, 26 de julio de 2009

mi vida en rosa

Mucha gente quiere que actualice mi blog, me ven por la calle, me saludan, me dicen eh, a ver cuándo actualizas, escribe algo nuevo, y yo, sí, sí, dentro de poco, es que no tengo tiempo, y es mentira, sí que tengo tiempo, pero no tengo ganas, al menos, no tengo ganas cuando sí tengo tiempo, es decir, que o tengo tiempo o tengo ganas, pero las dos cosas a la vez no, salvo hoy, salvo ahora. Ahora, después de tomarme un café solo con hielo he pedido una tónica en la cafetería de la fnac y resulta que tengo tiempo y ganas de escribir (en mi ojo derecho). Quiero comprarme un Mini, y creo que finalmente me lo compraré, pero de segunda mano, es rojo y blanco, muy bonito, me pega, me queda bien, va con mi carácter, con mi estética, con mis deportivas Puma. También va con la morena que tengo ahora mismo al lado, en la barra (estoy sentado en la barra, no en una mesa), tiene aparato corrector en los dientes lo que hace que me excite mucho más, las uñas de los pies pintadas de rojo, cosa que en realidad me la suda, lo importante es la camiseta blanca de tirantes y los pantalones bombachos por debajo de las rodillas y las chanclitas de goma, sí, está buena, con un Mini y esta chica al lado iría a cualquier parte de la península sin casi repostar, brum, brum, aceleraría en las curvas porque quiero vivir la vida a tope y subiría el volumen de la música para no oír el sonido de mi respiración. Ayer, no, el otro día, hace dos o tres semanas, me dieron los resultados de mis análisis de sangre, tengo colesterol, triglicéridos y transaminasas, los tengo un poco más altos de lo normal, primero me acojoné, luego el médico me dijo que no pasaba nada, que dejara el alcohol, y me cuidara un poco más, pero mi psicoterapeuta dice que no, que eso de cuidarse un poco más no, que me cuide mucho y bien, que adquiera un compromiso de una puta vez conmigo mismo y que haga deporte. Lo del compromiso es uno de mis puntos débiles. Me cuesta. Me da miedo. Si no me comprometo con nada, no fracasaré en nada. Pero ya he empezado a comer mejor, más lechuguita, más frutita, hoy he ido a correr por la mañana, algunos días voy a nadar, aunque esto es poca cosa, pero es un comienzo, lo importante es mantenerlo. Ahora me duele mucho la cabeza, esto es por correr con todo el solazo, y por las cervicales. Hace dos días compré un cómic: Mi vida mal dibujada, de Gipi, lo recomendaba un amigo en facebook, leí luego la crítica en un blog, e inmediatamente lo compré, y lo leí ese mismo día. Maravilloso. Es como este ojo derecho, pero en cómic, y muy bien dibujado. Me gusta tanto este tipo de cómic, del que ya he leído algunos otros, por ejemplo, Shenzen de Guy Delisle, Mis circunstancias, de Lewis Trondheim, etc, un tipo de cómic autbiográfico, en el que el autor nos dibuja y nos cuenta su vida, como un blog, como un diario, digo que me gusta tanto, que me he propuesto intentar algo parecido, con mis limitaciones obvias, pero bueno, que lo voy a intentar. Confesaré que yo siempre he dibujado bien, bastante bien, aunque era algo tan fácil para mí que no suponía ningún esfuerzo, ningún reto, por eso me dediqué a escribir como forma de expresarme artísticamente, porque esto era difícil, dibujar, pintar, pan comido, pérdida de tiempo, gayola hecha a la primera de cambio y sin pensar. Mis profesores, todos, me decían que estudiara bellas artes, en clase siempre era el mejor en educación plástica, (bueno, en el cole había un niño hijo de puta que dibujaba mejor que yo, mil veces mejor que yo, se llamaba David Avades, y era lo único que hacía bien, porque en el resto de cosas era un fracasado, al menos, así lo veía yo en el colegio, pero dibujaba que te morías, en un plis plas dibujaba a robocop haciéndole una mamada a un tío en pelotas, nos reíamos y luego hacía una bola con el papel y lo tiraba a la papelera. Sin que se diera cuenta, sin que nadie me viera, yo rescataba ese papel y lo guardaba, luego en casa copiaba el dibujo, aprendía de él, y odiaba a David por hacer tan fácil lo que para mí era jodidamente difícil. El era Mozart, yo Salieri, me pregunto qué será de él, seguro que le va bien, que no fuera buen estudiante no quiere decir nada, este tío tenía un don para las artes plásticas, y no sólo para eso ahora que lo pienso, también para la música. Los dos teníamos un órgano eléctrico, uno de esos teclados Casio pequeñitos con el que tocabas el “cumpleaños feliz” y el “noche de paz noche de amor” y cosas así, pues el muy cabrón siempre llegaba a clase con una canción nueva que había sacado por el oído, al menos eso decía él, y ahora que… con lo hijoputa que era seguro que tenía partituras en su casa, se las aprendía y luego venía fardando, no me extrañaría nada, pero el caso es que yo no era capaz de nada de eso, mi único consuelo era ver como hacía el ridículo cuando el profesor entregaba las notas y él sólo aprobaba plástica y gimnasia y yo aprobaba todas. Consuelo efímero. Yo quería dibujar como este cabrón). Y después de este enorme paréntesis, diré que ayer compré un bloc de dibujo, algunos rotuladores y otro cómic nuevo. Estas vacaciones empezaré a dibujar de nuevo, aunque tengo un problema, todo el tiempo que dedique a dibujar es tiempo que no dedico a escribir, y todos sabemos cuánto necesito mejorar en la escritura, como para dedicarme a otras cosas. Al final, ni escritor, ni dibujante, ni librero, ni hostias. Yo solo con un Mini por las carreteras del norte de la península en busca de morenas con aparato corrector en los dientes.

domingo, 19 de julio de 2009

A modo de correo

Arturo, Miguel, Jose Manuel, Juan Carlos, Maxi, Manolo. Menuda panda de paquetes, menudo equipazo que tenía la empresa. Profesionalmente no fueron, tal vez, los mejores tiempos para nadie, pero qué bien estábamos juntos. Esto, imagino, lo leerán al menos dos personas que me interesan, Arturo y Miguel. Este post es como un mail, pero paso de mails, es como una llamada, pero por teléfono nunca sé qué decir y todo queda artificial. Tal vez no soy el amigo más atento, más detallista, pero mis sentimientos son puros. Os quiero y os respeto. Miguel, mamón, qué alegría leerte, qué hijo de puta estás hecho, y cómo me duele tu hiperacusia ¿tendrá solución algún día? Me encantaría volver a verte y comer contigo, como la última vez, y hablar. Eres necesario en mi literatura joder. Arturo, mamón, siento haberme olvidado (¿me he acordado alguna vez en todos estos años?) otra vez de tu cumpleaños y tampoco te he llamado, podría llamar ahora, justo ahora mismo, pero qué decir, hola, ¿qué tal? Bueno, si hay que hacerlo se hace, pero no soy mucho de llamar, no sé qué decir, me siento raro. ¿Qué puto libro estás leyendo ahora? ¿acabaste la Montaña Mágica? Literatura de maricas, eso es lo que lees ;-P ya le recomendaré yo a Alejandra que no lea mucho a Machado ni a Aleixandre, joer, mira que te ha salido una hija bien guapa, ayyyy… si yo tuviera 31 años menos… ahora estoy medio tumbado en la cama, con la puerta cerrada y el aire acondicionado puesto, lo único que se oye es a mis dos sobrinos gritar, mamaaaa mamaaaa, que no me escupaaaaaaas, mamaaaaaaa que no me deja ver los hombres de pacoooooo y así todo el rato. Hace un par de horas le he estado metiendo una buena paliza a mi sobrino Oscar al Street Fighter IV. Ahora me estoy acordando de las épicas partidas que echábamos Arturo y yo a The Warriors, a Silent Hill, a El Señor de los Anillos, al Gran Thef Auto, joder, nunca me lo he pasado mejor jugando a la play que en los momentos en los que jugaba con Arturo, NUNCA. También me acuerdo de esos momentos en el trabajo, las risas, los escondites de Mortadelo, los agujeros, las medallitas, los golazos. Estaría bien reunirse todos otra vez, habría que proponérselo. Hoy viene Jose Manuel a Alicante, estará 4 días por aquí, recordaremos viejos tiempos, nos partiremos de risa, hablaremos de nuestro futuro, hablaremos de Miguelito, de Arturo “tengo lo que tengo” Torres, de Maxi, que era como un padre para los clientes de cierta edad, o como un hijo, del Juanqui de “hastaluegochavales” jajajajajaja “maxi, eres un cabrón” que diría Miguel. En fin, han sido muchos años de trabajo y amistad. Os echo de menos, vivir cerca de vosotros sería un regalo, pero he elegido esto, necesito moverme, alejarme para aprender otras cosas, descubrirme, crecer, pero también necesito volver, y espero que la vida me de la oportunidad. Dios, no debería haberme comido el helado. Hace poco me hicieron unos análisis, resulta que tengo un poco altos los triglicéridos, el ácido úrico y las transaminasas. El alcohol lo he dejado de raíz, ya ves tú qué problema, ahora intento comer mucha más verdura y fruta, por ahora lo estoy haciendo, lo que no consigo es animarme a hacer deporte, joder, mira que me he dado una perrería que no sé yo. Al lado del diario de Miguel, este puto post es de críos, él habla de Marx, de Heidegger, y yo hablo de que si hay que comer frutita, “morado es fruta” que diría Homer. Y bueno, que espero leeros más a menudo panda de cabrones.


jueves, 16 de julio de 2009

sobre poematizar

empieza a hacer calor en este piso y a estas horas, así que seré breve. Acabo de actualizar el ojoizquierdo, es un poema que nace del post favorit. el poema lo tenía prácticamente escrito tal cual lo he colgado desde hace tiempo, pero como no tenía prisa en colgar nada, ya no, lo dejé un tiempo reposar y esta mañana como me aburría y quería hacer algo de tiempo pues le he echado un vistazo y viendo que no se me ocurría nada en especial, he añadido un par de palabras, he borrado un par de frases (o versos) y tal cual lo he publicado. me gusta. hay que joderse cómo nacen a veces los poemas, a mi me pasa mucho, estoy escribiendo a toda hostia y sin darme cuenta salen párrafos que se quedan tal cual, sin tocar una coma, párrafos que forman poemas entre sí con alguna frase (o verso) añadida luego. esta es mi forma de escribir, de hacer poemas, escribo, no pienso demasiado, sólo escribo, pero con la intención de no vomitar lo que me ocurre, sino de dar una visión, un modo de ver, escribo rápido y escribo muchos folios, luego, releo, observo, destruyo lo que sobra y va saliendo poco a poco lo que quiero decir sin saber exactamente qué era cuando lo escribía. a mí me funciona. al final, ha salido un poema por haber estado sentado en un café de madrid escribiendo, y es que, para escribir poemas, hay algo básico que hay que hacer: escribir. Ahora tengo un par de ideas nuevas para otro par de poemas, voy a apuntarlas antes de irme a trabajar.

martes, 7 de julio de 2009

CIUDADES CREATIVAS (actualizado el 15 de julio)

qué hacer con el envase de yogur que tenemos sobre la mesilla de noche, dónde vivir, a quién follarse cualquier día de la semana. Ayer terminé de leer el libro “Las ciudades creativas” de Richard Florida. Ni puta idea de quién es el autor, ni me importa, yo quería saber cosas, leí el puto libro y ahora estoy igual que antes. “Por qué donde vives puede ser la decisión más importante de tu vida” reza el subtítulo. Y yo ahora me dispongo a improvisar por qué me gustan ciertas cosas de un par de películas y qué relación tienen con este libro. Tienes un e-mail, Nothing Hill, el libro Las ciudades creativas, Alicante, Málaga, Madrid. Voy a juntarlo todo a ver qué mierda sale. Lo primero es no perder la costumbre de decir, escribir, dónde estoy, y escribo que estoy en Te & Kaffi, conectado a la wifi del local y bebiendo un zumo de plátano, fresa y piña en vaso de plástico con pajita. Veo una rubia pasar por delante del ventanal, veo una china o japonesa, veo muchas camisetas de tirantes. La rubia estaba buena pero parecía tonta, la china o japonesa no estaba tan buena pero tenía pinta de leer a Lao Tsé en bolas algunas noches de verano tumbada en un futón. Tengo el libro de las ciudades con un montón de páginas dobladas y subrayadas, Richard Florida dice que el lugar en el que vivimos puede hacernos felices o desgraciados. Dice que hay tres decisiones importantes, tres elecciones importantes, la pareja, el trabajo, y el lugar donde vivimos. Hace un montón de estudios y comparaciones y estadísticas y señala características de diferentes ciudades de EEUU y los diferentes tipos de personas que hay, y que son 5, creo, creativas, abiertas, neuróticas, meticulosas y no sé qué más, y que unas serían más felices en NY y otras en Boston o Minesota o Seatle. También le da un repaso a cada gran ciudad, ya que en todas las ciudades hay diversos tipos de barrios y cada uno de ellos reúne sus propias peculiaridades. El caso, que no habla de España, no dice si seré más feliz en Málaga (creo que me iré este año a vivir allá) o en Alicante (jajaja) o en Madrid o en un pueblecito de Soria (mmmmmm). Para mí, esto es muy importante, dónde vivir, qué hacer con el envase de yogur que tenemos sobre la mesilla, a quién follarse cualquier día de la semana. Hay gente que necesita hospitales cerca (yo mismo), buenas escuelas para sus hijos y guarderías (yo no), bonitos parques, jardines, etc. Nuestro (mi) desconocido autor lo dice todo con detalle, dice cosas tal que: “Además del estado de nuestra economía y de nuestra vida profesional, el lugar donde decidimos vivir también puede determinar en gran medida lo felices que somos en nuestra vida personal. Dónde vivimos determina a quién conocemos y cómo, además de las oportunidades de pasar tiempo con los seres queridos. Además de la especialización económica y cultural, la fuerza de concentración ha dado lugar a la concentración de tipos de personalidad. Distintos lugares se adaptan mejor a distintos tipos de personalidad. Puede que alguien que se siente plenamente realizado en Manhattan no se sienta a gusto en Boise, Idaho, y viceversa. Llegar a entender qué lugar encaja mejor con la propia personalidad debería ser una de las tareas más importantes en la lista de deberes de todo el mundo”. En el libro también se le da mucha importancia a la estética, que no es tratada como un lujo sino como una necesidad, pues para poder ser felices de verdad queremos y necesitamos más. No conozco a nadie que quiera vivir en un lugar feo y sin encanto, conozco gente a las que eso les da más o menos igual, pero la mayoría, preferimos fachadas cuidadas, calles limpias y bien asfaltadas, zonas verdes… aunque el concepto de lo que es bello depende de cada uno, claro. También hay que ser consciente de lo que encaja mejor con el estilo de vida de cada individuo y con la fase vital en la que nos encontramos, que para Richard Florida se resumen en tres: 1) Nada más salir de la universidad, 2) cuando tenemos hijos y 3) cuando éstos se independizan y nos dejan tranquilos. Por supuesto, hay ciertas comunidades que tienden a fomentar la creatividad. Por ejemplo, Alicante no fomenta la creatividad, Alicante es una mierda que no fomenta más que el sudar en verano como un cerdo y aburrirse como un tonto en invierno y pasear por la playa, claro, mirando edificios que han sido dispuestos sobre el terreno sin ningún sentido, como si una máquina que cagara edificios hubiera pasado por aquí y zas, aquí suelto uno, aquí otro, este sale alto y estrecho, este bajito y blanco, aquí dejo un solar, aquí cago otro edificio más alto que el primero y más feo si cabe y así por toda la costa y por toda la ciudad, urbanismo atroz, algunas palmeras, un casco antiguo minúsculo y en ruinas y una actividad cultural propia de cualquier ciudad dormitorio. Esta capital de provincia está pensada para que los madrileños y algunos alemanes y noruegos pasen las vacaciones y poco más. Por lo tanto, afirmo rotundamente que esta ciudad no está hecha para mí ni para nadie con un mínimo de inquietudes. Aunque me veo en la obligación de advertir que, si bien yo no aprovecho del todo la poca oferta cultural que ofrece la ciudad, no por ello voy a dejar de quejarme, ya que la clave está en la sensación de poder elegir, saber que hay un montón de cosas que puedes hacer, aunque decidas quedarte luego en casa, pero aquí sólo hay sota caballo y rey. Muy triste. Y todo esto que escribo sin párrafos lo hago para aclarar y aclararme. Nothing Hill tiene algo que me gusta mucho, el barrio, la ciudad. Estamos en Londres, nuestro protagonista es relativamente feliz, lleva una vida tranquila en una pequeña casa con la fachada azul y trabaja en una modesta librería especializada en guías y narrativa de viajes. Le envidio. El barrio tiene un encanto muy sugerente, la vida tranquila de este tipo está llena de vida propiamente dicha, soy un defensor de la vida rutinaria pero enriquecida por uno mismo y por las mil pequeñas cosas que la completan, los capuchinos que se toma con su compañero, las conversaciones, las listas de los 150 mejores libros de la literatura universal que elaboras mientras te tomas el café con tu compañero de trabajo, una buena película, algunos bares con chicas, esos árboles, el barbero, el olor a fritanga de la hamburguesería, la vida que pasa corriendo por los puestos de frutas, un buen hotel, 300 exposiciones a la semana, una cámara de fotos que te acabas de comprar, el último capítulo de House, de Anatomía de Grey, el paseo de tu casa al trabajo y del trabajo a tu casa. En la película Tienes un e-mail pasa lo mismo. Una casa acogedora en un precioso barrio de New York, no muy lejos del trabajo, que también es una librería. La protagonista también es dueña de la librería, como en Nothing Hill, vive en un buen sitio, en una gran ciudad llena de estímulos que están ahí, para el que los quiera, puedes cogerlos o dejarlos, pero te alimentan como el aroma de un buen estofado o del café recién hecho por las mañanas en tu taza de porcelana con el logo de Starbucks. No quiero pasarme la vida viviendo emociones fuertes, me gusta escribir y meditar sobre qué escribir, me gusta observar, pensar, aburrirme un poco, leer, viajar puede ser útil, claro, ver otras culturas ayuda a conocerte, a centrarte, pero no es imprescindible, ése no es el objetivo. El objetivo es YO. Y yo, lo que quiero, es vivir en una gran ciudad llena de estímulos y de gente que haga cosas y tenga ideas y ganas de hacer esas cosas que hace o dice que va a hacer. No quiero más bikinis, no quiero más descapotables, quiero darle los buenos días a una niña al abrir la puerta de mi librería a las 10 de la mañana, tomar un café a la vuelta de la esquina, y que la ciudad esté llena de encanto, de barrios bonitos, antiguos, con vida, con sabor, con historia. Quiero sentir que vivo en algo más que una ciudad prefabricada.

Continuará.

miércoles, 1 de julio de 2009

no tiene título

ni esta entrada tiene título ni yo tengo ganas de escribir, pero voy a hacer un esfuerzo aunque no tengo claro por qué tengo que hacer este esfuerzo, por qué me obligo a escribir ahora. Hace un rato me apetecía, hace un par de horas, no sé, tres horas, estaba en la librería y me he dicho, hoy quiero escribir acerca de tal cosa, pero ahora, el tiempo, el sueño, el cansancio, el no sentirse... quería escribir acerca de la vida sencilla de Hugh Grant en la película Nothing Hill, quería reflexionar, pero si no tengo ganas de apretar teclas mucho menos de pensar o reflexionar o las dos cosas. Llevo un rato mirando por el ventanal de esta cafetería, que es la misma cafetería de ayer, sentado en el mismo sitio de ayer, bebiendo lo mismo de ayer. No escribo, bueno, sí, pero no avanzo, me dedico a escribir de manera gratuita sin decir nada, sin mirar hacia delante. Creo que voy a irme a la fnac a mirar discos, películas, cosas