sábado, 20 de febrero de 2010

Apocalipsis en el laboratorio

Christine, Tracy, Corey y Alex. Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis. Intento desayunar. En la mesa de la derecha un gilipollas fuma y escribe en su Mac, menudo flipado. Aunque ya me he sentado y he pedido un pitufo y un café, me alejo de su mesa, cojo el portátil (mi portátil) y me voy un par de mesas hacia la izquierda. Justo en es momento llegan los cuatro, Christine, Tracy, Corey y Alex. Y yo, joder, ya verás como empiezan a fumar, menuda suerte la mía. Piden cosas para desayunar, hablan, ríen, en seguida me doy cuenta que no son españoles... Una de las tres chicas empieza a leer un típico test de revista Cosmopolitan, "hombres: cosas que os gustan" o algo así, guarradas de posturas y en qué te fijas primero al conocer a una chica, a) ojos, b) pelo, c) cuerpazo, d) cara. Menuda mierda de test ¿dónde está e) tetas? Yo me empiezo a reír, míralas, las típicas guiris salidillas... el test se lo están haciendo al chico, que resulta no ser español. Llegado un momento la chica que lee el test decide que le da vergüenza y que no quiere seguir, no puedo resistirlo, me giro y le digo que no, que ya no puede dejarme así, que hay que terminarlo. Y así es como he conocido a Christine, Tracy, Corey y Alex. Cuatro personas alegres que estudian por aquí y viven y escriben blogs y hacen prácticas en un cole y salen a correr y van a yoga varias veces por semana. Me lo he pasado muy bien, al principio me daba algo de apuro, por si pensaban que mira este, quién se cree, menudo morro metiéndose en lo que no le llaman, pero luego ya se me quitó y nos hemos reído y yo les he pedido, por favor, que compren mi libro. Como es de poesía no les hacía mucha gracia pero en cuanto les he dicho que salen pollas en la portada se han animado, dicen que seguro que lo compran, bueno, yo, con que me hayan dado conversación y hayan sido tan agradables, ya me doy por satisfecho. Gracias. 


sábado, 13 de febrero de 2010

chuparnos las pollas

Hoy me he levantado con ganas de chuparme la polla, o de que alguien me la chupe, mi glande ha dejado su prepucio para eso, salir al mundo frío, a los cero grados de temperatura con que Madrid me acoge, me dice hola, hola, soy una ciudad fría, llena de gilipollas y de coches conducidos por gilipollas y bares donde la gente fuma y se muere de cáncer y hepatitis y come pipas y quicos y galletitas saladas y la camarera está muy muy muy muy buena. Me gustaría que fuera ella quien me chupara la polla, eso sí, siempre que no me roce el glande con los dientes.

Y todo esto para qué, me pregunto, te preguntas, yo me pregunto cuánto tiempo llevas sin tener un orgasmo, tú te preguntas de qué va todo esto, ¿le llamo o no le llamo? ¿me querrá? ¿me amará? ¿me chupará la polla (coño, tetas, ojete)?

Estoy contento, mirad, voy a chuparme la polla. Hace poco un señor me escribió un correo, por lo visto compró mi libro o lo robó o se lo regalaron, lo leyó y le gustó, le gustó mucho y me lo dijo, a mí me alegró enormemente, las críticas son necesarias, son imprescindibles, pero las bondades de un "me gusta", a veces, son necesarias para darle a uno seguridad, fuerza, te dan espacio para tomar impulso. Este señor se llama Jose María Cumbreño, y en su blog (pinchar aquí) dice cosas de mi libro que molan.

Ayer alguien me dijo que un poeta es una persona tonta que lleva gafas. Estoy de acuerdo, por eso yo, aunque llevo gafas, no soy poeta, yo soy un cabrón ¿recuerdas? y desde esta fachada de tipo follador, quiero decirle humildemente a Jose María Cumbreño GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS. De verdad, aunque lo que dices me da miedo. Mucho. Pero gracias, en serio. Esto, lo de ahora mismo, lo escribo yo, el resto del post, lo escribe el soltero autopoético, la cosa escondida. Sigo escribiendo con casi las mismas ganas que antes, pero, joder, esto duele mucho.

Esto es fácil, sólo necesito que unas 200.000 personas opinen lo mismo que Jose María, que tengan la mismita sensibilidad (o ausencia de ella) para, entonces, por fin, ser alguien que pueda decir en público que Alberto Olmos es un gilipollas, y Agustín Fernandez Mallo, y sobre todo, Vicente Luis Mora. Y que le oigan, y la gente le haga caso. Yo quiero lanzar al mundo la generación "tazón de Neskuik con leche entera antes de acostarse".

jueves, 4 de febrero de 2010

de irse a la cama

ya es la hora de dejarlo todo y levantarse (estoy en mi pepe botella malagueño) y meterse en la cama o tumbarse en el sofá, una de dos. mañana madrugaremos, qué remedio, como tantos desgraciados. tengo cosas pendientes que decir, que escribir, a mi amigo Arturo (por cierto, espero que te guste, lo entenderás en breve), a mi amigo Antonio, a mis enemigos. 
y para no dejar esto tan seco, corto y pego un extracto de mi próximo poema:
El día que me compre un coche blanco seré feliz, me purificaré, seré transparente y noble como un cachorro de león y saldré a pasear y a hacer caquita olisqueando culos y farolas saludaré con un rugido a mis hermanos y levantaré la cola porque el día que me compre un coche blanco seré feliz. seré transparente y noble como un cachorro de león que no tiene futuro, que vive en la sabana y caza antílopes, ñus, juega a ser el rey mientras orina o bebe agua en pequeños charcos.