ya es la hora de dejarlo todo y levantarse (estoy en mi pepe botella malagueño) y meterse en la cama o tumbarse en el sofá, una de dos. mañana madrugaremos, qué remedio, como tantos desgraciados. tengo cosas pendientes que decir, que escribir, a mi amigo Arturo (por cierto, espero que te guste, lo entenderás en breve), a mi amigo Antonio, a mis enemigos.
y para no dejar esto tan seco, corto y pego un extracto de mi próximo poema:
El día que me compre un coche blanco seré feliz, me purificaré, seré transparente y noble como un cachorro de león y saldré a pasear y a hacer caquita olisqueando culos y farolas saludaré con un rugido a mis hermanos y levantaré la cola porque el día que me compre un coche blanco seré feliz. seré transparente y noble como un cachorro de león que no tiene futuro, que vive en la sabana y caza antílopes, ñus, juega a ser el rey mientras orina o bebe agua en pequeños charcos.
3 comentarios:
Ni blanco, gris o negro.
Un coche, coño,
es de colores.
Y recuerda que te debo una cena.
Me fascina esa fijación tuya por los coches.
Blanco, sí, blanco siempre. Transparente.
Manolo yo tengo un ford blanco, es viejo y peligroso. Si lo quieres es tuyo.
Además siempre que te subes en él conmigo tu cara se vuelve balnca como el coche. Hace juego
Con mi ford podrás cazar ciervos como en la película Soy leyenda.
Arturo
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