domingo, 21 de marzo de 2010

sobre canta oh musa

El origen del poema está en este post escrito en octubre de 2009. Ahora estoy releyendo todo el ojo derecho porque quiero ver si algo de ahí sirve para algo, y de vez en cuando encuentro textos que son la base de poemas. El poema Canta oh musa, del ojo izquierdo, tiene su origen en el ojo derecho. Pienso que, si no fuera por esto del ojo derecho, habría escrito más poemas en su momento. En fin, que esta chica me gustó, me gustaba, quedamos varias veces, me confundí, me confundió, y esa noche ya me dio demasiadas largas y va encima y me suelta eso. Bueno. La vida life. Lo bueno, de unas calabazas sale este poema. 

sábado, 20 de marzo de 2010

MERRIE MELODIES

yo voy a ir

y no tardaré mucho

por lo demás, estoy triste, me cuestiono, atravieso un punto de inflexión, estoy vivo, cosas que hay que tragar para crecer y darse la vuelta.

poner un pie en Alicante me ha revuelto algo.

sábado, 13 de marzo de 2010

se acabó, aunque esto siga

Ojo derecho que nada ves y nada desde luego oyes, ya no me gustas, no te quiero, este es tu fin. Durante un par de años aproximadamente, este ha sido mi diario, pero ya no, me lee “tanta gente” que me corto mucho a la hora de escribir según que cosas (dios, acabo de darme cuenta que estoy rodeado de tías buenas, necesito una paja) por lo que mi blog ha dejado de tener sentido. Es por esto que desde hoy, este ojo derecho será lo que debió ser desde el principio, el contrapunto real del ojo izquierdo, la reflexión en prosa sobre lo que escribo en el ojo izquierdo. Y ya. Mi diario, o lo que mierdas sea o será, se traslada a otra página. No me parece, no es, interesante lo que me ocurre, por lo que ni siquiera aspiro a que tú que lees esto ahora estés interesado en saber cual será, cual es, ese otro blog nuevo donde podré volverme loco sin miedo al que dirán. Sólo unos pocos tendrán acceso a él. Sólo los que no confunden realidad con ficción (o no ficción, léase a Vicente Verdú) podrán leer lo que allí escriba sin odiarme, sin preocuparse, sin llamarme por teléfono para saber qué tal estoy. Sr. Kander, Literato, Odal Orto, Mili. Sed mal hallados.

domingo, 7 de marzo de 2010

otro blog para otro yo

Decidido, voy a crear otro blog, lo necesito, pero esta vez será un blog secreto, nadie sabrá que existe, nadie sabrá su dirección, nadie que yo no quiera, claro. Esto se ha convertido en algo demasiado conocido para gente que me conoce demasiado, de un tiempo a esta parte ya no escribo aquí porque me autocensuro, no puedo decir o escribir lo que realmente quiero escribir o decir por miedo a replesalias, por temor a que me retiren el saludo, porque no quiero que mis padres, que me leen siempre, me llamen preocupados por cualquier autoexageración con que quiera desarmarme un poco. Este blog seguirá siendo mi blog de prosa de lo que me pasa, pero el blog secreto será el blog de la locura inmoral o de lo que me apetezca. Hoy he eliminado un amigo de FaceBook, alguien que intuyo se ha metido en mi ojo izquierdo a soltar gilipolleces porque en la vida real le he pisado lo que él cree ser su terreno, su espacio protegido, etc. Esto no es la primera vez que me ocurre, pero ya tengo una edad para estas mariconadas (sin ofender) y no me apetece perder ni un minuto de mi despreciado tiempo con este tipo de personajes. Me aburro. Lo mismo esta persona no tiene nada que ver, pero ya me da igual, un amigo más o menos no se nota. ¿Por qué estoy realmente escribiendo esto? ¿Para quién? Antes tenía mayor conciencia del otro y escribía más, ahora tengo demasiado trabajo y el otro que me lee me la suda mucho, quiero decir que me la suda si me lee o no, por lo que ya casi no dejo testimonio de mi vida. Estoy cansado de sonreir, estoy cansado de mentir para que parezca que sonrio. Me siento mal sencillamente por el hecho de no poder teclear ciertas barbaridades, esa es una de las razones por las que no me lanzo a escribir esa especie de novela que es mi biografía. Estoy sentado en el Laboratorio, le rompería la cabeza a todo el que entra y no cierra la puerta y sigue caminando con la mirada fija en una mesa libre, en la camarera, en mis ojos de ira contenida. Muerte para todos. Otra cosa más. El otro día me entero que un señor abogado de unos 40 años con traje de abogado, pelo de abogado y aftershave de abogado (a quien me presentan en una cafetería, aprieto la mano y de quien me despido cortesmente porque tengo mucho que hacer) le dice a una amiga mía (la que nos ha presentado) que menudas pintas llevo, que cómo se me ocurre ir así a trabajar. Claro, como no voy con el pelo liso y repeinado y la carita afeitadita de alguien demasiado preocupado por una imagen de protesto señoría y te voy a poner una demanda o un recurso de mira mis pantalones bien planchados con la raya en medio. Se confirma lo que llevo tiempo escribiendo, la gente juzga, los que llevan gemelos en el puño de sus camisas blancas de Adolfo Domínguez juzgan, te miran y si no vistes como manda el Código Civil o el presentador del telediario se rien por o bajini y comentan a tu espalda que fíjate por dios. Justo ahora me acuerdo de Steve Jobs. Pobre abogado bien vestido que no ha llegado a juez pero que juzga, pobre hombre serio y responsable con muchos euros brutos anuales y mujer y dos hijos y Audi A4 y todoterreno. Pobre señor con maletín y paso firme que coge aviones al vuelo y va de putas y de coca hasta las cejas y no sabe leer nada que no lleve un número delante barra número y párrafos pequeños y mucho verbo subjuntivo. Pobre señor a quien ni siquiera conozco y no volveré a saludar en mi puta vida. Así se muera.