viernes, 28 de noviembre de 2008

Como boca de lobo

Anoche, leyendo Generación X, de Douglas Coupland (como ya sabrán algunos) libro que es un referente generacional para todos aquellos que a día de hoy ronden los 40 (yo debo ser de la generación Nocilla, o Mileurista, o generación XY), digo, que anoche, leyendo este libro, me topé con una de las expresiones que más odio: “oscuro como boca de lobo” aaaaaaaaaaggghh!!! Cada vez que leo esta simpleza tan manida en un libro me dan ganas de tirarlo a la bañera, o al estanque de los patos. Douglas Coupland, joder, joder, con el respeto que te tenía, después de leer el gran jPod, después de El ladrón de Chicles (que no terminé, y qué, uno no necesita terminar ciertos libros, basta con lo que saques de ellos mientras los tengas delante, un libro, gracias a las nuevas generaciones, es mucho más que la historia que te cuenta, y como la historia ya no es lo más importante, ¿por qué mierdas tienes que leer el libro desde el principio hasta el final? ¿para saber si se casan? Hay otras cosas, yo me quedo con esas otras cosas, y Coupland me las da, y Don DeLillo, y Wallace, y Pynchon cuando me digne leerlo). Perdón, ¿por dónde iba? Da igual, lo que quería decir es que no podemos escribir “oscuro como boca de lobo” y quedarnos tan panchos, es como si ahora habláramos de las perlas de tu boca, o del oro de tus cabellos, o del marfil de tu cuello, como si cayéramos en abismos insondables, nos adentráramos en tormentas tempestuosas, o cagáramos mierdas marrones y humeantes que flotan en váteres blancos como la nieve. Que no, joder. Eso de oscuro como boca de lobo ya lo leí en Ken Follet, y leerlo en Douglas Coupland me duele mucho. Menos mal que el libro es prestado (gracias Sergio, espero devolvértelo pronto) que si no estaría flotando como una mierda humeante en un váter níveo. Pero por lo demás el libro está bien. Bueno, los protagonistas, tres jovenzuelos, se sueltan sus historias, sus cuentos, cada cuatro páginas, pero si prestas atención, cada párrafo es un motivo para dejarlo todo y ponerte a escribir, lástima que no pueda subrayarlo (gracias Sergio) ni doblar las páginas. Es curioso, pero en el libro Juego de Tronos, (que también estoy leyendo) al que se le presupone (yo le presupongo) menor calidad literaria (y según escribo esto me salen ronchones en los brazos, no puedo creerme lo que estoy escribiendo… ¿calidad literaria? ¿qué sabré yo?) no he encontrado esa expresión tan odiosa, de hecho, es un libro que me está sorprendiendo muy gratamente, aunque en este caso, lo que realmente interesa, lo único que interesa, al revés que con Generación X, es la historia, es como una telenovela, como un culebrón, pero en una edad indeterminada, en un mundo donde hace 500 años se extinguieron los dragones y donde el verano puede durar lustros. Me gustan los personajes, me gusta cómo va avanzando poco a poco la historia, cómo se va liando todo, las espadas, la sed de venganza, la lucha por el trono, en fin, un libro de aventuras fácil de leer y sin expresiones oscuras como boca de lobo.

sábado, 22 de noviembre de 2008

Un libro

Ayer me dieron la noticia. Una editorial va a publicar mi primer libro de poesía. Saldrá en Febrero. Por ahora no daré más datos, pero os mantendré informados. Ya estoy escribiendo un segundo libro (va algo avanzado), hace algunos posts hablé de esto último, dije que estaba escribiendo un segundo libro y algunos comentásteis que queríais leer el primero, yo no dije nada, claro, el primero, aunque estaba escrito, todavía no estaba publicado. Ahora ya es un hecho, lo van a publicar. El sueño de todo escritor mediocre es publicar sin soltar un duro (y si encima te pagan, mejor). Yo soy escritor (entre otras cosas tal vez peores). Soy escritor de blogs. Hay gente que opina que escribir en un blog no implica ser escritor, que hay que publicar libros. Yo opino que publicar libros es la misma mierda que colgar post en internet. No cambia nada. Ni antes era un fracasado, ni ahora un triunfador. La vida sigue, yo sigo, la programación de madrugada sigue. Habrá gente que siga cagándose en lo que escribo sin decir por qué. Habrá gente que siga apreciando lo que escribo sin decir por qué. Habrá gente que este invierno se pondrá gorros de lana y calcetines blancos con una raya azul y una raya roja. La publicación de este libro no significa nada en el mundo editorial. Nada. Pero en mi mundo significa que he conseguido dar el tercer paso. El primero es escribir, el segundo escribir mejor, el tercero podría ser este, que te llamen por teléfono una tarde de noviembre y te pongas a saltar y a dar gritos en el salón de tu casa justo cuando ibas a empezar a ver El diablo de viste de Prada por cuarta vez (gran película de culto). Espero veros en la presentación. Ahí es cuando uno se da cuenta si tiene o no tiene amigos porque ¿quién cojones si no va a ir a la presentación de un libro mío? Mis padres no cuentan, evidentemente.

martes, 18 de noviembre de 2008

El ojo izquierdo ya está actualizado

Por fin, ya está escrito, ya he actualizado el ojo izquierdo, llevo todo el puto día con el poema, se ve que he perdido práctica porque no creo que merezca la pena pasarse todo el lunes, mi día libre, escribiendo unos pocos versos. Como casi siempre me ocurre, el poema era en su origen bastante más largo, más de doble, pero no me convencía, no decía exactamente lo que quería decir. Anoche, estaba tirado en el sofá viendo la tele y me vino algo, tenía el ordenador sobre la mesa del salón así que lo cogí y escribí sin pensar. Esta mañana seguí dándole forma, añadiendo versos, luego después de comer me fui a la ciudad, cogí el coche y me acerqué a la fnac de Alicante para comprar unos discos, Kaiser Chiefs, Snow Patrol, pura compra por impulso, también he comprado la película El apartamento, se supone que es buena, pero no lo sé, cuando la vea os cuento. Mi vida empieza a parecerse a la de Madrid, pero en Alicante. Vivo fuera de la ciudad, trabajo en la ciudad, cuando tengo días libres cojo el coche para ir a la ciudad y consumir, meterme en bares, andar, conocer sitios, lo malo de Alicante es que hay pocos sitios que descubrir, aunque todavía me quedan. Luego, cuando he vuelto a casa he seguido con el poema, pero sin ganas, hacerme un sándwich, beber zumos, aburrirme, ver la tele, Física o Química, y entre serie de televisión y anuncios, he seguido quitando todo lo que no me cuadraba hasta que, paf! de pronto se queda como está, tal cual, al que le guste bien y al que no pues también. Me ha dado por pensar en esos poetas que escriben largos poemas que duran días, meses, poemas de varias páginas interminables pero, joder, yo me aburro escribiendo tanto, coño.
Bueno, no me hagáis mucho caso, simplemente quiero decir que el ojo izquierdo ya se ha abierto, aunque todavía está algo desenfocado. Es curioso, la vida, esto de vivir y de escribir, uno se pregunta para qué se tira un día entero escribiendo o añadiendo una coma, como decía Wilde, por la mañana y quitándola por la tarde, o al revés, ¿quién lo lee? ¿para qué se lee? ¿para qué lo escribo? ¿merece la pena? Investigar, ser científico, estudioso de algo, publicista, decorador de interiores, puede tener algún sentido, alguna utilidad, ser publicista implica ser creativo y ganar pasta, ser poeta implica ser creativo y que te den por culo. Si pudiera elegir, elijo la pasta, la decoración, el diseño, pero he llegado tarde, me puse a estudiar otras cosas, me puse a leer, a vender libros, a escribirlos y ya con 31 años… al menos en Alicante hay playa.

viernes, 14 de noviembre de 2008

Bahía, el bar donde desayuno y me tomo algo por las tardes

Llevo media hora intentando conectarme a internet en el bar Bahía, pero no lo consigo. Así que colgaré este post desde la red Motorola de la urbanización. Si puedo. Tengo la Fnac a 50 metros, la Casa del Libro a 30 y El Corte Inglés a 89 (aprox). Tengo una vela encendida en la mesa además de una revista y el portátil y el móvil y un bolígrafo Pelikán y suena makina, disco, trance o lo que sea por los altavoces de este café bar Bahía de mierda donde no hay forma de conectarse a la red wifi gratis que dicen tener. Puede que el problema esté en mi ordenador. Aquí la gente fuma, miro a mi derecha y veo cabezas como pequeñas hogueras, mujeres rubias, morenas y pelirrojas con un cigarro en la boca y me dan ganas de acercarme y escupirles a la cara. Apaga el cigarro puta. No puedo escribir si el único aire que respiro es el humo de un cigarro. Sufro, huelo mal, me ahogo. Pero no es una excusa. Aquí estoy, dándole a la tecla sin parar y justo ahora se acerca una señora que deja sobre la mesa un papel. Lo leo rápido, antes de que vuelva y se lo lleve: por favor, necesito una ayuda para pagarme una habitación para dormir, estoy sola y no tengo a nadie. Gracias. Bueno, a lo que iba. Me tomo una tónica sin ginebra y sigo oyendo el tran tran tran tran tran, tunchi tunchi tunchi tunchi que sale del altavoz que tengo sobre la cabeza. Y todo esto para qué. Para nada, no tiene importancia, esto que ocurre es lo infraordinario, ningún acontecimiento trasciende, nada es importante, sólo la vida en la que mi cuerpo se deja caer, mantengo el culo pegado a una silla de cuero, me agarro a esta tarde en un bar ruidoso de Alicante, quiero dejar constancia de esto en el ciberespacio, lanzar un grito. Salgo del trabajo y me merezco un regalo, algo de protagonismo, dirigir mi propia vida, escribir mi guión, montarme mi película. La tónica me hace cosquillas en la lengua. El ojo izquierdo se abre. Anoche empecé a escribir acerca de la necesidad del ojo izquierdo, un ojo con nombre y apellidos, fulano, mengano, el ojo que todo lo ve, la retina, la córnea, las partes de un ojo que no son el ojo, de un ojo que es como un ser humano abierto a cualquier cosa, un ojo escritor gafapastoso, un ojo que sólo ve en tonos de gris, un ojo que hace que la vida, que los recibos del gas, la luz, o el alquiler que pagas religiosamente, parezcan algo con sentido. Sentido. Dirección. Un lugar al que llegar, una meta, un objetivo, alcanzar el presupuesto, pillarte una cogorza, componer un buen poema, actualizar de una jodida vez el blog de tu ojo izquierdo. El ojo izquierdo es Dios, un niño que no sabe jugar a cosas serias, el ojo izquierdo ha crecido estos meses dentro de mi cuerpo y ahora ya no sé sacarlo sin reventar antes. Tengo que explotar, mandarlo todo a tomar mucho por culo. La verdad es que tengo miedo. Y a ver qué sale.