jueves, 18 de diciembre de 2008

Interneeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeet

Sin internet en casa no me atrevo a seguir escribiendo, internet es mi guía, mi enciclopedia, es mi diccionario, internet es la terraza a la que salgo para fumarme un cigarrillo y aclarar las ideas. Necesito internet para escribir, es así de triste, también necesito tener la tele encendida y algo de música en la cadena o en el iPod, libros en la estantería y en la mesa, servilletas de papel, vasos de cristal sucios, un pendrive y una caja azul con una estilográfica que nunca uso. Sin embargo no tengo internet. Cuando quiero conectarme he de salir a la calle y andar 20 metros hasta coger una red Motorola sin encriptar, sentarme en las escaleras de uno de los bloques de apartamentos y congelarme el culo mientras consulto mi correo o cuelgo esto en el blog. Lo que yo quiero es tener internet en casa para entrar, darle a la tecla y consultar cualquier gilipollez sobre la que me da por escribir, internet agiliza la escritura, la llena de referencias, de links, internet enriquece la prosa como el hueso de un jamón enriquece el cocido, te abre la mente, te da perspectiva, internet es como ese amigo con el que te gusta hablar en una cafetería y que hace que el cerebro se active, que se active la escritura. Esto que estoy escribiendo es una mierda. Pero es que lo escribo sin internet. Cuando vivía en Madrid tenía mi línea ADSL de telefónica que me costaba 60 € al mes, llegaba a casa, me tiraba en el sofá, cogía el portátil y me conectaba, si quería escribir, escribía, si no, veía una peli, videos, bicheaba por la blogosfera, leía cosas sorprendentes que me empujaban a escribir, y si mientras escribía, de pronto, quería hablar sobre el origen de las escaleras mecánicas, sólo tenía que teclear dos o tres palabras en Google y listo, tenía lo que buscaba en segundos, mi escritura no se interrumpía, el proceso de búsqueda de datos en internet era parte de mi proceso creativo, servía de descanso y de acicate, luego metía la información que me parecía conveniente en el texto que estaba escribiendo y a seguir. 

Llevo un par de días escribiendo una especie de teoría del ojo izquierdo, como una historia acerca de su origen, un poema. Pero quiero usar algunos datos, palabras certeras, nombres técnicos, necesito hablar de su anatomía con la precisión de una resonancia magnética, necesito un libro de texto, un manual de medicina, es decir, necesito internet, me da igual si todo lo que leo es mentira o inexacto, lo necesito como parte de mi técnica de escritura. Me he acostumbrado a escribir así, no puedo (es lo que he hecho) saltarme la parte donde se supone que describo el ojo como si lo diseccionara la doctora Grey, y seguir con otra cosa, otra parte del texto, y luego, cuando tenga esa información, meterla. No. No, no, no, no, no se puede hacer así, no puedo saber lo que necesito si no lo escribo a la vez, leo, busco, escribo, meto una frase, una palabra que suene a líquido vítreo o nervio óptico, cristalino, retina, corpúsculo bipolar derecho (esto me lo he inventado) las palabras van tirando del texto, escribo, consulto en internet, sigo escribiendo, vuelvo a consultar, y así todo el rato. No quiero decir que necesite escribir siempre con internet a mi lado, como una bolsa de agua caliente o un paño húmedo, no, de hecho, nada de lo que estoy escribiendo ahora ni de lo que he escrito en el ojo izquierdo desde hace tiempo ha necesitado de la banda ancha de telefónica. 

Sólo digo que a veces, hoy, hace tres días, lo necesité, y que me niego a seguir escribiendo mi teoría del ojo izquierdo si no tengo una red wifi a la que conectarme si me da la gana. Tiene que estar ahí, la red wifi, como el ibuprofeno en el armario de la cocina. 

Ahora me pongo el abrigo y salgo a la calle para colgar esto. 

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No esperes aplausos para estar contento. Te quiero

Anónimo dijo...

Yo tampoco puedo escribir sin internet. Es como escribir ciego y sin memoria.

Me encanta tu blog.

lil

J. dijo...

todos tenemos un pequeño enjuto mojamuto dentro..

y es que no basta con las relaciones físicas ahora que hemos conocido las virtuales :-)