miércoles, 3 de junio de 2009

o para qué más

¿cómo? ¿que si he escrito algo nuevo en el blog? no, no he escrito nada, pero espera, que ahora mismo escribo algo. Y así de fácil, luego la misma persona que me pregunta que si he escrito algo nuevo en el blog me trae un helado, mmmm, me lo como en un suspiro, me chupo los dedos y me pongo a esto. no tengo nada, absolutamente nada que contar, bueno, por tener sí que tengo, me han ocurrido cosas, claro, cuando suena el despertador (en mi caso un móvil) empiezan a ocurrirte cosas y ya es un no parar hasta que te acuestas, y aun cuando duermes ocurren cosas que puedes escribir, sueños, ganas de hacer pis, etc. Y no voy a releer absolutamente nada de lo que escribo hoy, sea lo que sea lo que salga va a quedar así, como una cagadita de paloma en el alféizar de mi ventana, blanco, marrón, negro, una cagadita recién puesta según se vuela del campanario de la iglesia a la fuente de la plaza del pueblo. Y ya. La vida es eso que me pasa mientras me pasa, no mientras hago planes, sino que me pasa y me doy cuenta, para lo bueno y para lo malo, cuando estoy triste y cuando estoy alegre. La vida me sucede y yo la vivo en este instante, mientras estoy sentado, medio tumbado mejor dicho, mejor escrito, en una cama con dos cojines en la espalda y uno sobre las piernas y sobre el cojín de las piernas mi portátil ligero como una mota de polvo o una brizna de hierva o un papelito recién arrancado de la libreta donde escribo que tengo que ir a Mercadona a por pan y agua embotellada y cereales y papel higiénico y mortadela campofrío, y etc. la vida, lo que vivo, el día la tarde y la noche de no parar de vivir y de no apetecerme sentarme ni quedarme de pié escribiendo nada, ni blog, ni pollas, ni conferencias del día 17 en no sé qué biblioteca pública del estado o del patronato o del ayuntamiento. La peli ya está, dice Tere, dice Mili, pero yo no estoy, o estoy concentrado en mi no concentración en no perder el hilo de lo que no digo ni escribo porque esto es la vida un no saber qué ni cuándo y aquí voy a parar porque, por primera vez desde que estoy tecleando, joder, quiero releer esto. Y ya lo he releído y me ha quedado precisamente eso, una cagada, una mierdecilla semilíquida de paloma, pero eso es lo que doy de mí, lo que puedo estirar mis ganas de acostarme, mis ganas de no escribir, mi sueño. El literato morboso sí que escribe y cuenta cosas y emociona y piensa lo que dice y va al fondo y te toca y abre y escuece. Lo mío no va a ningún lado, es como hacerse una paja, un movimiento con el mismo final siempre, la misma forma de llegar y de poner el punto y aparte, el hasta aquí, el levantarte y limpiar las gotas, lo mío es un no pensar, un acto sucio, rápido, fácil, cómodo, lo del literato es más como un preparativo, una cena con velas y un pato al horno, te gusta, es elaborado, queda bien, y te deja satisfecho. Vale, no tienes orgasmos, pero los orgasmos se olvidan, llegan y se van, una buena cena es algo que nutre y te permite seguir vivo.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

De placer también se vive.... :))


Mili

Mariana dijo...

Bueno, Manuel, felicitaciones por la publicación, te quería decir que mínimamente publiqué la noticia en mi blog de libros porque me parece que hay que difundir a los autores jóvenes. Saldrá la semana que viene. Por cierto, vivo en Argentina, así que no sé si llegará a editarse aquí tu libro. ¿Los poemas de Un ojo izquierdo son los del libro?
Saludos,

Mariana

Anónimo dijo...

has escrito hierba con v...

Anónimo dijo...

es verdad
bueno, es que acababa de cortar el cesped
:-P

Un saludo

DTB

Odal Orto dijo...

Ya, incluso a Benedetti le pasaba:

no tengo ganas de escribir
pero la lluvia llueve sola.