miércoles, 23 de septiembre de 2009

ultrajodidamente

estoy tan cansado que escribo esto porque no tengo fuerzas ni para tocarme. me tocaría, sí, pero no tengo fuerzas. no tengo fuerzas ni para escribir mayúsculas, ni fuerzas ni jodidas ganas. escribo como quiero que para eso es mi blog y nadie más que yo y los señores de blogger, niños con camisas de cuadros abotonadas hasta la nuez y gafas de metal con los cristales muy muy gordos, y con pecas, y muy bien afeitados, y que huelen a nenuco y jabón de marsella, digo, que nadie más que yo y estos chicos, conocen mis secretos. en fin. ya estoy en la cama, en calzoncillos y con una camiseta. mañana madrugo mucho, viene mi jefe a pasar revista y como soy tan perfeccionista, hay que aparentar. cansado. hoy, al irme a casa a comer, cuando caminaba por maisonnave, frente a los escaparates de el corte inglés, veo a dos niñatos haciendo el cabra, uno de ellos practicaba unos pasos de baile muy molones, modernotes y tal, yo me reía para mis adentros, mamones, decía, qué flipadillos, y justo cuando me estoy cruzando con ellos uno me llama, eh, tú, entonces me fijo en él, miro sus ojos, coño, si te conozco, efectivamente, resulta que a uno de esos criajos lo conocí en el tram, una tarde, y nos pusimos a hablar y señaló el libro que yo estaba leyendo, y era mi libro, que me lo acababan de traer a la librería y lo llevaba en la mano como un subnormal, como un criajo que practica sus pasos de baile en la calle, un flipaillo, se lo enseñé y empezó a leerlo, jo como mola, jaja, decía él, y yo, pues nada, pásate un día por mi curro y te vendo uno. efectivamente, el chaval se pasó, y se lo leyó, y hoy en la calle me ha preguntado que qué tal, que le gustó mucho el libro a él y a su colega, que se partió la polla, y yo, ah sí? te gustaron los poemas? y él, qué poemas? como que qué poemas (yo) pues los del libro, era un libro de poemas, y él, joder sí? bueno, había alguna rimilla por ahí pero no me lo pareció, y yo, ¿cómo? ¿qué rimilla? joder, mira, compi, la poesía no tiene por qué rimar, joder, pero qué soplapolleces os enseñan en el instituto? la poesía puede ser cualquier cosa, puede haber poesía en el acto sencillo y matinal de cagar con la puerta abierta, no es algo que tenga que rimar, no, basta con que huela un poco. Si huele hay poema. ¿entiendes? joder creo que me he perdido, pero me moló mucho tu libro. Pues el 17 de octubre a las 19:30 doy un recital con un colega y además traeremos a un tío para que toque la guitarra eléctrica. El 17... creo que podré ir, bueno ya veremos, sí, venga chaval, me alegra verte, cuídate. y así dejamos la charla, yo me fui a mi casa, a comer una ensalada de atún, él, no sé, seguiría moviendo los pies y levantando los brazos mientras miraba su reflejo en los escaparates de el corte inglés, joder, un crío que piensa que la poesía es algo con rima, que sólo es poesía si tiene rima. Si yo fuera profesor de literatura, a lo mejor no salían sabiendo quién era Quevedo, ni Pérez Galdós, coño, pero iban a saber diferenciar lo que es un poema de lo que es un cagarro en medio de la página. por ejemplo, lector, esto que tienes ante tus ojos, es un cagarro, exactamente como el cagarro que sueltas cada día en tu momento all-bran, la diferencia es que esto no huele y lo tuyo sí. pero tranquilo, tiene que oler, si huele, hay verdad. y donde hay verdad, también puede haber lírica. Y papel del culo, a ser posible.

1 comentario:

Kamikazeenamorado dijo...

Esto es como la última charla que diste, ¿qué es poesía? Por cierto, ya no tardarás mucho en dar la siguiente, ¿no?

Oye, que lo de la guitarra habrá que ensayarlo o algo, digo yo... A ver si tanto decirlo (yo también lo he dicho, me pierde mi bocaza) y luego vas a tener que poner algún Réquiem de fondo.