lunes, 20 de abril de 2009

J.D.

17. 2 días sin escribir. El sábado trabajé 14,5 horas y el domingo de viaje a Madrid otra vez y toda la tarde en Madrid con A y con D y no va uno a meterse en un ciber, espera, que tengo que escribir unas líneas, tú mientras pídete un helado, pues no. Así que aquí estamos, ahora, en Parla, pero me tengo que largar corriendo porque tengo médico en Madrid y luego he quedado para comer y luego iré a ver a LG y basta ya de contar lo que haré. Me estoy comiendo una palmera de chocolate, es una palmera de chocolate que compré ayer en Alicante, bueno, compré 2, pero dejé una y esta mañana como no tengo otra cosa para desayunar pues me la como, y me tomo un par de pastillas. Pasar la tarde con D, volver a tener amigos, la vida es más vida con tardes así, un café, un pacharán, otro pacharán, un ron con coca cola. No debería beber alcohol, estoy tomando un IRS y no debe ser bueno. No lo volveré a hacer. Creo. Hoy no tengo mucho más que decirme a mí mismo, tengo dolores inespecíficos, pecho, espalda, piernas, pene, vienen y se van, creo que es por el stress, necesito ya el buen tiempo de Alicante de una puta vez, el sol, la playa, poder meterme en el mar y mandarlo todo a tomar por culo. Y digo que creo que es por el stress porque prefiero pensar que es por eso y no por otra cosa peor, si es por algo peor me suicido. Estoy leyendo estos días “Las cosas” de Perec, es cojonudo, es como el poema “Dime un insecto en una planta” pero en novela, pero mejor, claro, lo leo y es como si me leyera a mí mismo. Empieza a picarme el gusanillo de escribir una novela, todo el mundo escribe novelas, yo quiero escribir una novela y hacerlo bien porque si decido escribir una novela sé que lo haré bien porque soy cojonudo y soy el nuevo jd salinger de este planeta y no dejaré que nadie me haga fotos y le arrancaré la cabeza al que me pida un autógrafo y tendré una hija que escribirá mi biografía y la titulará “El guardián de los sueños”.

4 comentarios:

Odal Orto dijo...

Hace años, cuando yo también pretendía escribir novelas, estaba algo obsesionado con los paréntesis de puntos suspensivos: (...), y daba vueltas y más vueltas a su alrededor; escribí una novela en la que eran los protagonistas (las elipsis, todo cabe en ellos, que lo pkga el lector, etc.). Estaba bajo el influjo de perec, Quenaeu, Calvino % co., y la novela de las novelas, me decía, sería algo así: Podéis llamarme (...) y punto.
Ahora que he madurado (¡¡¡!!!???¿¿¿&%%$), pero sigo bajo esas influencias, y me gusta la literatura infantil, esa novela sería: Había una vez un del... fin.

Odal Orto dijo...

Hace años, cuando yo también pretendía escribir novelas, estaba algo obsesionado con los paréntesis de puntos suspensivos: (...), y daba vueltas y más vueltas a su alrededor; escribí una novela en la que eran los protagonistas (las elipsis, todo cabe en ellos, que lo ponga el lector, etc.). Estaba bajo el influjo de Perec, Quenaeu, Calvino & co., y la novela de las novelas, me decía, sería algo así: Podéis llamarme (...) y punto.
Ahora que he madurado (¡¡¡!!!???¿¿¿&%%$), pero sigo bajo esas influencias, y me gusta la literatura infantil, esa novela sería: Había una vez un del... fin.

Anónimo dijo...

Sí, claro serás como Salinger y tendrás una amante/jovencita que te hará felaciones, tal como cuenta Vilas-Matas en Bartleby y compañía.

Kerala dijo...

Yo, mientras pongo la bola de cristal para ver si me convertiré en lectora de tus novelas, me iré leyendo esta que hablas, ya por eso me sirvió hoy tu post.